Javier Milei va por todas.
Este economista de orientación libertaria irrumpió en la política argentina apenas hace dos años con un discurso antisistema.
Y triunfó en la elección presidencial al obtener el 55,7% de los votos frente al 44,3% del candidato peronista oficialista Sergio Massa, con el 99% del recuento completado.
«La reconstrucción de Argentina comienza hoy», expresó Milei en su discurso de victoria el domingo por la noche.
Argentina atraviesa una de sus peores crisis económicas y sociales desde el retorno a la democracia hace 40 años, lo cual ha sido un factor crucial que atrajo a tantos votantes frustrados hacia el mensaje de Milei contra la «casta política«.
El presidente electo propuso cambios radicales que van desde la dolarización de la economía y el cierre del Banco Central hasta la reducción del rol del Estado en la sociedad y la privatización de empresas estatales.
Sin embargo, varios expertos anticipan que la plataforma electoral de Milei se enfrentará al sistema de pesos y contrapesos de la democracia argentina, dado que el próximo presidente carecerá de mayorías en el Congreso y deberá negociar incluso con aquellos rivales a los que desestimó durante la campaña.
«Sus limitaciones estructurales para avanzar en su agenda legislativa son evidentes.
En un país federal como Argentina, donde los gobernadores tienen un peso significativo, Milei no cuenta con el respaldo de ningún gobernador de su partido», señala el politólogo argentino Sergio Berensztein.
«Nos encontramos frente a un presidente que enfrentará una gran debilidad», comenta Berensztein a BBC Mundo.