El sábado por la noche, la mayoría de los aproximadamente 3,800 hombres detenidos en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe lograron escapar. La violencia en el país más pobre de América ha ido en aumento, con pandillas que buscan derrocar al primer ministro Ariel Henry controlando el 80% de la capital.
Esta prisión, originalmente diseñada para albergar a unos 700 detenidos, ya albergaba a alrededor de 3,687 presos en febrero pasado, según la ONG Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH). A pesar de las solicitudes de ayuda de los sindicatos policiales para reforzar la seguridad y evitar la fuga de detenidos considerados de alto perfil, grupos armados lograron irrumpir el sábado por la noche.
Según informes, los policías asignados para vigilar la cárcel abandonaron sus puestos, y hasta el domingo por la mañana, no se observaba presencia policial en la instalación. Un periodista de AFP que visitó la prisión informó sobre la presencia de cuerpos en las afueras del centro.
Puerto Príncipe enfrenta un clima de inseguridad, exacerbado por el llamado de Jimmy Cherizier, alias Jimmy «Barbecue», un ex oficial de policía líder de una de las principales bandas armadas, instando a otros grupos armados a unirse para derrocar al primer ministro Ariel Henry.
La escalada de la violencia comenzó el jueves, coincidiendo con la ausencia del primer ministro, quien viajó a Nairobi para discutir el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional liderada por Kenia. Aunque se ha firmado un acuerdo entre el presidente de Kenia, William Ruto, y Henry, para acelerar el despliegue, la situación en Haití sigue siendo tensa.
La ONU informó en enero que más de 8,400 personas fueron víctimas de la violencia de pandillas en Haití el año pasado, con cifras que superaron el doble de las observadas en 2022. A pesar de la falta de vigilancia y las rejas abiertas, no todos los detenidos optaron por escapar, algunos prefirieron permanecer en la cárcel por temor a la violencia en las calles.
Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, la violencia ha sido generalizada en el país. A pesar de los acuerdos posteriores a su muerte, que preveían elecciones y la renuncia de Henry el 7 de febrero, este último aún permanece en el cargo sin haber sido votado en las urnas.