El presidente de El Salvador, afirmó que la tasa de homicidios en su país en 2024 será aún más baja que la registrada el año pasado, tras ser situado como el más seguro de Latinoamérica en 2023 por la empresa Statista, luego de haber sido uno de los más violentos.
Bukele expresó su reacción a través de un mensaje en la red social X en respuesta a una publicación de Statista, donde se destacaba que El Salvador cerró 2023 con una tasa de 2,4 asesinatos por cada 100.000 habitantes, colocándolo «en el último lugar de la tabla», según subrayó el mandatario. Por otro lado, situó a Jamaica en el extremo opuesto, con 60,9 homicidios.
«Alerta De Spoiler: La tasa de homicidios para el 2024 lleva una tendencia aún más a la baja», publicó el presidente en un mensaje en español e inglés.
De acuerdo con datos de la Policía Nacional Civil (PNC) publicados en su sitio web el 3 de enero, en 2023 se registraron 154 homicidios, 341 menos que en 2022.
La Policía confirmó que la tasa de homicidios en 2023 fue de 2,4 por cada 100.000 habitantes y que el promedio diario de muertes fue de 0,4.
Las autoridades atribuyen la disminución de homicidios durante el Gobierno de Bukele a su Plan Control Territorial y a la suspensión de garantías constitucionales mediante un régimen de excepción, vigente desde hace dos años y que ha resultado en más de 78.100 detenciones.
No obstante, la cantidad de muertes violentas en El Salvador comenzó a descender después de 2015, año que se consideró el más violento en la historia reciente del país con 103 homicidios por cada 100.000 habitantes. La tendencia a la baja se acentuó en 2019, cuando Bukele asumió la presidencia.
El régimen de excepción, que también ha aumentado la popularidad de Bukele, fue aprobado en el Congreso, dominado por una amplia mayoría oficialista, luego de una escalada de asesinatos en marzo de 2022 que cobró la vida de 80 personas en tres días y que se atribuyó a pandillas.
Según una investigación de El Faro, esta alza se produjo después de la ruptura de un supuesto pacto entre el Gobierno y las maras.
Las estadísticas gubernamentales no incluyen muertes de supuestos pandilleros en enfrentamientos con policías, restos óseos ni muertes de supuestos delincuentes a manos de ciudadanos, casos que sí se incluían en las cifras de los Gobiernos anteriores.
