Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, han expresado su descontento por la exclusión de Corina Yoris como candidata de la oposición en las próximas elecciones presidenciales venezolanas, programadas para el 28 de julio.
Yoris, una profesora universitaria de 80 años, fue seleccionada por la líder opositora María Corina Machado como su reemplazo en la contienda presidencial después de que las autoridades venezolanas mantuvieran la inhabilitación de Machado, a la que consideraron arbitraria e irregular.
Yoris denunció que no pudo registrar su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral venezolano y, al expirar el plazo, quedó excluida de la carrera hacia el Palacio de Miraflores.
Este hecho ha sido condenado por varios países, pero llama la atención que los gobiernos de Colombia y Brasil, encabezados por líderes de izquierda que anteriormente mantuvieron relaciones cordiales con Maduro, se hayan unido al coro de críticas.
Maduro respondió a estas críticas refiriéndose a un supuesto intento de magnicidio que afirmó haber sufrido recientemente, acusando a miembros del partido de Machado. Esta situación ha provocado tensiones adicionales en el panorama político.
Tanto Colombia como Brasil expresaron su preocupación por las dificultades que enfrentaron los sectores de la oposición en Venezuela para presentar candidatos, instando al respeto de un proceso electoral justo y competitivo, así como al cumplimiento de los acuerdos previos, como el de Barbados.
Estas críticas de Petro y Lula marcan un cambio significativo, ya que anteriormente habían mantenido posturas más amigables hacia el gobierno de Maduro. Sin embargo, la exclusión de Yoris ha suscitado inquietudes sobre la transparencia y la legitimidad del proceso electoral venezolano.
