Para el ex ministro de Planificación de Venezuela, en el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, y que en la actualidad dicta cátedra de economía en la Universidad de Harvard, “Venezuela cuenta con un potencial enorme para poder salir de la actual crisis, pero esa tarea le corresponde asumirla a los millones de venezolanos comprometidos en esta lucha por la libertad”.
El destacado académico y experto financiero, que actúa como director del Centro para el Desarrollo Internacional y profesor de Economía del desarrollo en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, valora como importantísimo “las movilizaciones que adelanta el pueblo venezolano, que no solo se limita a reclamar reivindicaciones salariales, sino que pone muy alto la apuesta en reconquistar la libertad, porque sin libertad nada otra cosa será posible llevar adelante con éxito”, asegura el conferencista de OGAL.
Ricardo Haussman participó en un formato denominado “Primer Plano en Madrid”, en donde el entrevistador fue Marcel Granier, gerente de la empresa televisiva RCTV, que casualmente arriba a un a;o más del arrebato del que fue víctima ese medio de comunicación, en mayo del 2007, por las arbitrariedades de Hugo Chávez.
El evento fue instalado por Antonio Ledezma en su condición de Coordinador General de OGAL, para quien “se hace indispensable estar preparado para una transición en la que Venezuela debe invertir en desarrollo sostenible con el objetivo de superar las paradojas que nos mantienen en incertidumbre”. Para el ex alcalde de Caracas y líder opositor en el exilio “somos un país con una Constitución, pero no hay seguridad jurídica.
Somos riquísimos, pero la gente está empobrecida. Tenemos petróleo, pero no somos un país petrolero. Poseemos inmensas reservas de hidrocarburos, pero no hay gasolina ni gas doméstico. Contamos con un gigantesco potencias hidro y termoeléctrico, pero se va la luz. También existen 25 sistemas de acueductos, 20 plantas de tratamiento, ríos, lagos y embalses, pero a los hogares no llega agua potable. En Venezuela la tierra es fértil, existen miles de unidades de producción agropecuaria, pero no tenemos soberanía alimentaria”.
Ledezma citó también el potencial de su país para producir energías renovables, indicando que “tenemos sol y viento para producir energías solar y eólica, pero no se hacen las inversiones correctamente”. Agrego el exalcalde que “con esa gente talentosa, que fue espantadas al destierro y la lucha de los venezolanos que resisten adentro, será posible dejar atrás ese oscuro panorama, para inaugurar un ciclo luminoso de progreso y paz para todos los venezolanos”.
Ricardo Hausmann refirió que, “lamentablemente, Venezuela no es un país normal, ya que en un país normal, hay estadísticas, prensa libre y rendición de cuentas. En Venezuela, no. Ni siquiera sabemos acerca del destrozo del sector público venezolano, ni de la situación de su economía privada, por no hablar del problema de gobernabilidad, sin olvidar las capacidades del Estado”.
Ricardo Haussman sugiere “confeccionar o tallar el traje a la medida de la persona en el momento: no existen soluciones mágicas y universales”, acentuando su criterio en cuanto a la significación relevante que tiene una recogida de información «para salir de la ignorancia sobre la economía”.
Hausmann le respondió a Granier con la confianza que tiene en muchos venezolanos talentosos que deberán ser llamados para que se ocupen de reconstruir los sistemas eléctricos, acueductos, y empresas petroleras”. Para el experto venezolano resulta necesario para acometer exitosamente esas tareas, reunir “tres ingredientes”, que hoy se echan en falta: “dinero, tiempo y organizaciones capaces, que serán los que determinen la recuperación”. Para Haussman esa reconstrucción urgirá de un requisito: la ocupación del vasto territorio de Venezuela y el control, democrático de las instituciones, comparando el proceso al del Plan Marshall, «que funcionó mucho mejor de lo que nadie esperaba, porque acaeció en plena ocupación americana de Europa occidental; fue, además, una provisión muy grande de divisas», condición sine qua non para poder producir e importar.
Haussmann, advierte que “hay llamativos debates sobre Venezuela dentro de la Administración estadounidense”, agregando que, “para poner a Venezuela en primer plano de la agenda estadounidenses, hay que hacerles saber que hay un pueblo movilizado, una activa ciudadanía para la que es más importante el retorno de la democracia a que la gasolina baje tres céntimos”.
Ricardo Hausmann pone el énfasis en que “la unidad no puede ser pactada, ha de emerger. Los líderes hubieran sido mejores líderes si hubieran tenido el apoyo de las bases”.
Finalmente Haussman se refirió a “una diáspora de 8 millones de personas, exiliada, con mucho talento: este se debe expresar. Por lo tanto, lo más importante es devolverle sus derechos a los treinta y pico millones de venezolanos, los protagonistas de la reconstrucción”. Para Haussman “lo medular es comprender el futuro y evitar recalar en el pasado, no se trata de lo que fue Venezuela, sino de lo que puede ser. Un país futuro es posible”.
Por: Antonio Ledezma