La paliza es de juzgado de guardia. No hay piedad para la pobre chica, a quien arrancan entre bofetadas y patadas la ropa, afanándose por tocar sus partes íntimas vaya usted a saber con qué fin.
Ocurrió durante estas últimas horas en una calle de algún lugar de China, donde un grupo de amigas empezó a discutir por culpa de un novio calvo, que al parecer se había liado con la desventurada de turno sin pedir permiso a nadie.
La víctima acaba con la cara morada y llena de moratones, mientras las fieras de turno le afean el gesto, llamándole salida y dejándola tirada en la acera para que entre en razón. Penoso.