La profesora no era en realidad profesora. Era enfermera, pero daba clases particulares de inglés. Está casada y, antes del nacimiento del bebé que destapó el escándalo, tenía un hijo.
Un matrimonio amigo le encomendó a su hijo, que tenía serias dificultades con inglés en la escuela. Las clases particulares comenzaron a finales de 2017.
Nunca nadie sospechó nada. Cuando, un año después, la mujer tuvo un hijo, todos pensaron que era de su esposo. Sin embargo, ahora las pruebas genéticas comprobaron que su alumno, que entonces tenía 13 años, es el progenitor.
Quienes notaron que había algo raro fueron los padres del menor, que empezaron a notarlo extraño meses atrás. Se dieron cuenta de que vivía momentos de inquietud y nerviosismo. Tras una prolongada insistencia, obligaron a su hijo a romper el silencio.
Entonces, les contó que la mujer lo forzaba a tener relaciones sexuales cuando estaban solos en su casa para las clases, y que ya no aguantaba más. Además, les confesó que ella le había informado que el hijo que acababa de tener era suyo.
Fue entonces cuando la familia del menor decidió denunciar a la docente. La mujer, que dio a luz en el otoño de 2018, fue interrogada durante tres horas para dar su versión de los hechos, aunque nada ha trascendido de su declaración.
La Fiscalía de Prato ha abierto una investigación por el posible delito de «actos sexuales con menores», que puede acarrear penas de entre tres y seis años de prisión. La mujer pidió hablar con los fiscales y el pasado fin de semana aceptó someter a su hijo a un examen genético que ha certificado la paternidad del adolescente, de acuerdo a las mismas fuentes.
Ahora las autoridades tratan de reconstruir todos los hechos, entre otras cosas, con el material que recuperen de sus respectivos teléfonos móviles. La profesora acudió a testificar acompañada por su actual pareja, que ha reconocido al bebé como su hijo.
En Italia los actos sexuales con menores de 14 años son penados con una condena de entre cinco y diez años de cárcel. Si la persona mayor es un padre o, como en este caso, un docente, ese límite sube hasta los 16 años.
Meses atrás, la sociedad italiana había quedado conmocionada por otro caso con varios puntos de contacto. El episodio ocurrió en una escuela de la provincia de Bergamo, en el norte del país. La docente, una mujer de 40 años con dos hijos, fue arrestada por tener sexo con un estudiante, también de 14 años.
«Soy tu novia», le escribía al alumno. Según los investigadores, cuando comenzó el abuso el menor tenía 13 años. Las autoridades no difundieron los nombres de los involucrados para proteger la privacidad del menor.
La detención ocurrió en medio de los exámenes que los estudiantes italianos de 14 años realizan para ingresar al bachillerato. La mujer es la docente de Letras del adolescente. Ahora se encuentra en detención domiciliaria por «actos sexuales con un menor».
Según escribió el fiscal Davide Palmieri en el pedido de arresto, la profesora y el alumno mantenían una «relación sentimental con actos sexuales». El juez concedió la medida ante el riesgo de que los encuentros continuaran después de los exámenes debido a la «falta de inhibiciones» de la docente.
De acuerdo con la investigación, al parecer, en la escuela nadie sospechaba de la relación. Tampoco los padres.
La docente y el alumno tenían sexo en el auto de la mujer, durante el día, cuando el joven encontraba alguna excusa para salir de su casa. Decía que se juntaba con sus amigos en el pueblo. En cambio, lo esperaba su profesora.
Cuando la fiscalía recibió la denuncia anónima, los fiscales comenzaron de inmediato las investigaciones correspondientes. Hicieron un seguimiento que confirmó los encuentros. Para estar seguros de la naturaleza de los encuentros, además, el fiscal dispuso escuchas y controles de los mensajes.
Pocos días después ocurrió la detención. La profesora pudo presenciar los exámenes escritos de sus estudiantes, pero no la parte oral. Quedó automáticamente suspendida y fue reemplazada por una suplente.