Una historia digna de conocer. Ingrid Brans era conocida en la televisión mexicana como «La Reata» de Brozo, una mujer de espectacular figura que aparecía en segmentos del noticiero El Mañanero con diminutos bikinis o ajustadas prendas, aunque con el rostro cubierto por una máscara.
La misteriosa mujer era uno de los atractivos en la emisión de Televisa y con sus sensuales movimientos ponía nerviosos lo mismo a personajes de la política mexicana que a estrellas del espectáculo.
En junio de 2016, Brozo decidió quitarle la máscara a «La Reata» y presentar al mundo a Ingrid Brans, una modelo de origen argentino.
«Ahora sí me encueraron», pensó Ingrid cuando mostraron su rostro. «Salí de mi estado de confort. Hacía un personaje que provocaba, pero Ingrid no era ella. ‘Ahora qué hago’, pensé en ese momento», recordó la modelo en una entrevista desde su cafetería con Infobae México.
Ingrid aseguró que su trabajo en El Mañanero le salvó la vida. Llegó de Argentina hace más de una década para la boda de su hermana y decidió quedarse a vivir en México.
Sin embargo, su situación en la capital no era la más sencilla. Dos robos de comida en una tienda de conveniencia la llevaron a aceptar un trabajo como stripper en un centro nocturno, época en la que tocó fondo.
Una noche se acercaron unos hombres y los acompañó en su mesa a consumir drogas. Ingrid regresó a su casa y no supo más lo que ocurrió hasta dos días después, cuando despertó con la almohada pegada al rostro por el vómito. De no haberse acostado de lado pudo haber muerto ahogada.
Cuando supo que esa ya no era la vida que quería, trató de enfocarse en quién quería ser y entonces llegó el casting para El Mañanero.
Ingrid recordó que había otras modelos en competencia, pero se quejaban de lo temprano que tenían que levantarse y lo poco que les pagaban. Ella se iba directo del centro nocturno y le parecía bien el sueldo.
Fue elegida para el programa y en poco tiempo ya había aparecido en las páginas de Playboy. Aprovechó su estancia en la emisión, cuando su rostro era anónimo, para estudiar la carrera de Comunicación, comenzar algunos negocios y sentar las bases de su vida.
«Mi papá fue albañil, hizo de todo, y siempre me decía ‘si vos no te mantenés, nadie lo va a hacer’. Tengo esa mentalidad. No tengo que caer en la putería, no tengo que abrir mis piernas, tengo mis ovarios».
Una vez que terminó El Mañanero, Ingrid siguió llamando la atención en México gracias a las sensuales publicaciones en su cuenta de Instagram, pero así como muchos celebran sus fotografías, otros más la han criticado.
Para esta admiradora de Marilyn Monroe lo importante no solamente es mostrar, «tiene que haber calidad, delicadeza. Para mostrar las nalgas, todo mundo, cualquiera para llamar la atención, pero no cualquiera sube una foto de esas para crear conciencia».
Y es que Ingrid trata de transmitir un mensaje de empoderamiento a las mujeres. «¿Por qué no? No por ser mujer me tengo que limitar a lavar los platos o a tener hijos», señaló la modelo, quien también es youtuber y aficionada a las motocicletas y además tomó recientemente clases para manejar un avión ultraligero.
-¿Qué le dices a la gente que te critica por el tipo de imágenes que publicas en Instagram?
-Realmente tienes que sacar la empatía, te elevas sobre esta persona porque piensas ‘qué podés traer para estar agrediéndome a mí’. De esa manera, el peso del juicio ajeno no cae sobre mí».
La Tía Ingrid
Después de ser conocida como «La Reata», algo que no le pesa, Ingrid ahora recibe el nombre de «La Tía» y eso se debe a las pláticas sobre sexualidad que dio a unos diez mil alumnos en el Estado de México, labor que le valió un reconocimiento por parte de la Cámara de Diputados.
«Soy la tía de los que no tienen madre, la tía que puede ser sexy«, dijo entre risas la modelo sobre su labor con adolescentes y que se relaciona con el hecho de que la ven como un personaje más cercano a ellos. «Hay que darles códigos de vida para que no la caguen… el adulto todo el tiempo los está juzgando».
También ofrece pláticas para adultos, pues de nada sirve cambiar la mentalidad de los jóvenes si sus padres siguen educándolos de la misma manera. «Hay que entrenar la cabeza del hombre».
Ingrid tiene un consejo de vida: «Hacer lo que nos gusta hacer y deshacer; lo que suma se queda, lo que resta lo tengo que sacar. Eso es lo que te hace fuerte».