Los selfies están de moda y más si se toman en lugares exóticos cuando nos vamos de vacaciones. Por supuesto, siempre es mejor revisar las fotos antes de enviarlas, para evitar tragedias posteriores.
Kelsey, una trabajadora de hospital de 22 años, había estado disfrutando de un soleado descanso en Turquía con su novio Elliot, cuando la pareja decidió tomarse un bonito selfie frente al espejo para enviarlo a los miembros de la familia.
Los jóvenes enamorados lucían elegantes y bronceados en la imagen, pero se olvidaron de ocultar “algunos detalles”. Tenían múltiples cajas de preservativos, lubricante y otros juguetes sexuales.
Desafortunadamente para la pareja, el padre de Kelsey se percató de todos esos detalles. Como si tuviera ojos de halcón, hizo zoom en la imagen y distinguió todo. La foto, que se había mandado en un grupo familiar, recibió los comentarios más chistosos.
La madre de Kelsey respondió a la foto con una serie de emojis, carcajadas llorosas, junto a una de las frase que mortificó a la pareja: “Papá dijo que las fotos son preciosas, bonita botella de lubricante”.
Kelsey trató de explicar el líquido como “crema para la rodilla de Elliot”, pero nadie creyó el cuento. Kelsey compartió la metedura de pata, la fotos y los mensajes en Twitter. También aprovechó para mandar un mensaje a su padre: “Papá lo siento. No enviaré más fotos de mis vacaciones”.