Luego de facturar miles y miles de dólares Mia Khalifa está arrepentida de haberse metido al cine para adultos.
Jamás imaginó la infame popularidad que tendría años después de filmar porno durante unos meses a los 21 años, quería que fuera algo temporal y ganar un poco de dinero extra pero la fama «le explotó en la cara», aseguró en una reciente entrevista donde reflexiona cómo esta decisión la llevó a ser estigmatizada actualmente a pesar de que ya no se dedica al entretenimiento para adultos.
Una simple búsqueda en internet con su nombre genera 155 millones de resultados, la mayoría relacionados con sus videos pornográficos, como un simple objeto sexual como ella considera que se le cataloga.
A sus 26 años está a punto de casarse con el reconocido chef Robert Sandberg y tiene varios proyectos personales, sin embargo, en una entrevista con la BBC sobre el tiempo que pasó haciendo cine para adultos señaló lo que significó para ella su pasado y cómo decidió entrar al mundo de la pornografía, lo que creía que era y lo que realmente fue.
En diálogo con el periodista inglés Stephen Sackur, Khalifa reveló algunas de las vivencias que pasó cuando se encontraba inmersa en la industria pornográfica, a la que ingresó bajo la supuesta propuesta de hacer modelaje.
Su familia se mudó de Líbano a Estados Unidos y ella considera que creció como una joven con baja autoestima por la adaptación, en cierta temporada padeció problemas de obesidad, cuando adelgazó 22 kilos se implantó prótesis mamarias para sentirse «más femenina» y comenzó a recibir atención masculina como jamás antes.
Durante su relato la exactriz de videos para adultos reveló que durante buena parte de su vida luchó contra el sobrepeso y esta situación hizo que en muchos momentos se sintiera como una mujer fea o que no merecía la atención de los hombres.
Pero después de colocarse implantes casi de inmediato la joven comenzó a recibir atención masculina y al no estar acostumbrada a ello, sintió que debía hacer todo lo posible para seguir un trato especial por parte del sexo opuesto.
«Después de sentir cómo era esa validación y los cumplidos, no quería que eso acabara«, relató Khalifa en su entrevista para la BBC.
Comenzó a estudiar historia y en el primer año de universidad en Texas también trabajó de camarera para pagar su carrera cuando se le presentó la oportunidad de ganar dinero extra.
«No fue ‘Oye, ¿quieres meterte al porno?’. Fue más un ‘Eres hermosa, ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes un gran cuerpo y creo que serías genial para modelar’. Cosas así», aseguró.
Sin embargo, para esa época ella imaginó que nadie descubriría que estaba grabando videos pornográficos.
Pese a que tenía claro que estaba haciendo algo que afectaría a su familia, ella creyó que estaba bien hacer porno porque imaginó que nadie la descubriría.
La joven aseguró que miles de mujeres se graban teniendo sexo y nunca se conoce su identidad. «Nadie sabe quiénes son y nadie las reconoce, quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara», relató Khalifa.
Solo fue al final de todo que ella logró comprender que sus acciones causaron la destrucción de su relación con sus padres, el desprecio de su familia y seres queridos, además su reputación también fue afectada.
Ya, cuando comenzó a realizar porno, Mia resume su experiencia como un acto de rebeldía con muchas lagunas mentales entre escenas, según la actriz por la adrenalina que le traía hacer ese tipo de películas a pesar de las amenazas de muerte por parte de radicales islamistas.
De hecho, uno de los videos más populares y polémicos de Mía Khalifa fue en el que aparece con un hiyab, pañuelo islámico. Gracias a estas imágenes ella recibió serias amenazas de muerte por parte grupo terrorista Estado Islámico.
Khalifa comentó que durante esa grabación estaba asustada por lo que haría, pero terminó rodando las escenas porque estaba intimidada y nerviosa.
«Después de dejarlo, mi cuenta de Instagram fue hackeada por simpatizantes de EI (Estado Islámico), que publicaron propaganda por todas partes. Así que Instagram la eliminó y no me hice una cuenta nueva hasta un año después, cuando decidí aceptar mi destino como la infame ex estrella porno e intentar cambiar la narrativa», contó.
La joven no se rindió y volvió a crear una nueva cuenta, con la que busca convertirse en influencer. No obstante, las amenazas por parte del Estado Islámico continúan y ella no controla el contenido que grabó en el pasado.
No soy muy amigable con Google y estamos tratando de cambiar eso. Lo primero que aparece es un sitio del que no tengo control, pero que desde el inicio está escrito en primera persona, como si fuera mío. Y Wikipedia se publica como mi sitio web oficial. Y hemos intentado innumerables veces eliminarlo, incluso a través de acciones legales, pero la compañía no escucha. Y les hemos hecho innumerables propuestas.
Asimismo, la actriz explicó que es muy difícil para ella despojarse de la imagen de estrella pornográfica, a pesar de que solo actuó algunos meses en películas de ese tipo durante el 2014.
Pese a que Mia Khalifa ganó una enorme fama, su riqueza nunca llegó a ser tan grande como su popularidad. Mientras que los productores de sus videos ganaron millones de dólares, ella tan solo recibió 12.000 dólares por los seis videos que hizo.
Hoy en día Mia reconoce abiertamente que cometió muchos errores en esa época y pese a que no fue una experiencia agradable, ella no se considera una víctima porque tomó sus propias decisiones.
«Quiero decir que me di cuenta de que algunos errores son imperdonables. Pero el tiempo cura todas las heridas y las cosas están mejorando ahora», comentó Khalifa.
Pese a que la ex actriz porno dejó de lado el porno, hace cinco años, ella continúa siendo una de las mujeres más buscadas en los sitios web que se dedican a este negocio, sin embargo quiere dejar atrás su pasado y emprender un nuevo futuro donde no la vean sólo como «objeto sexual», está pronta a casarse con su pareja, el chef Robert Sandberg y asegura que quiere tener una vida estable alejada de escándalos.