Pocos han podido olvidar el look impactante de Kim Kardashian en la Gala MET, la celebridad fue el centro de atracción del evento con un vestido color nude en el que la celebridad lucía como recién salido de la ducha.
Pero resulta que ahora ha salido a la luz que el vestido incialmente tenía un par de detalles que luego no fueron incorporados, unos pezones falsos, los cuales no fueron del agrado del ahora religioso.
Kanye, quien confesó hace poco su adicción a la pornografía, no solo pidió a su mujer que quitara los pezones del vestido, sino que además criticó que el diseño marcara tanto su cintura. «Me afecta cuando las imágenes son demasiado sexis».
Pero Kim ha confirmado la historia unos meses después de la gala y lo ha hecho durante una entrevista para el programa ‘The Real’, «Bueno, la verdad es que el vestido (de la firma Thierry Mugler) llevaba originalmente unos pezones falsos para representar mejor ese efecto de la salida del agua… Y él ya me había dicho en múltiples ocasiones que no le gustaba y que no quería verme con eso en la gala. Al final los quitamos pero me quedé con el vestido porque me encantaba y encajaba a la perfección con mi estilo». Por lo que luego matizo, que jamás renunciaría a su estilo.