l Desfile y Concurso del Yipao de Calarcá es sólo una de las singulares manifestaciones de la región de Quindío
Los ríos Santo Domingo y Quindío encuadran las tierras del municipio de Calarcá, en plena sierra Andina colombiana. El aire está cargado de humedad y el paisaje que se dibuja ofrece decenas de contrastes en relieves y texturas. Estamos en pleno Triángulo del Café, en el departamento de Quindío, en mitad de una accidentada geografía caracterizada por su intenso y variado colorido.
Decenas de especies vegetales como los guamos, heliconias, plataneras o los guaduales hacen de este lugar uno de los más espléndidos de Colombia. Pero en este santuario de flora natural hay una planta a la que se le rinde auténtico homenaje: el café.
Es el cultivo por excelencia de la zona y está considerado como el mejor café del mundo, aunque para los habitantes de la región se trata, además, de un símbolo nacional y uno de los impulsores de su desarrollo económico y social.
Existen diversas versiones sobre la llegada del café al país, pero la más difundida es que esta planta llegó a Colombia por la región de Santander gracias a los jesuitas en el año de 1720 y sólo 20 años después llegó al Quindío, posiblemente por las rutas de colonización. Aquí la producción se da durante casi todo el año y se cosecha la mitad en cada semestre, especialmente en los meses de abril, mayo, octubre y noviembre.
Las plantaciones de café determinaron la fisionomía del paisaje del Quindío y su cultivo dio una nueva personalidad e idiosincrasia a la región. Con el tiempo, un elemento fundamental en la cadena de producción se convirtió en un icono al que se le brinda homenajes. Se trata del Jeep Willys, el coche que, a lo largo de los años, ha ayudado a los campesinos transportando tanto el café como otros productos, objetos y personas.
La imagen de este coche cargado y repleto de fajos, sacos, valijas y costales es una de las más expresivas y típicas del Triángulo del Café. A él se le dedica una de las fiestas más alegres y divertidas de la región: el Desfile y Concurso del Yipao. Se celebra en el mes de junio en una pequeña y pintoresca población, Calarcá, que decora calles, casas y balcones con elementos propios de su cultura durante días de risas, música y danza.
Un vehículo con mucha historia
Yipao es el nombre con el que se conoce aquí el Jeep Willys, un vehículo de mucho poder, tipo campero, fabricado en Estados Unidos, destinado en un principio a la guerra. Son vehículos livianos, hechos para atravesar campos sin pavimento, recorrer montañas rocosas, desiertos repletos de dunas y selvas pantanosas. Después de la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea, Estados Unidos empezó a venderlos por un precio muy económico a los países en vías de desarrollo, entre ellos Colombia.
El Yipao hizo los caminos, penetró la selva, forjó la economía regional, transportó los productos agrícolas y los hombres que los producían y, de esta forma, se convirtió en una de las expresiones más auténticas del paisaje y del folclor cafetero.
En el Desfile y Concurso del Yipao, estos coches compiten en cuatro categorías diferentes:
Transporte de productos agrícolas, en la que los jeeps se cargan con los productos agrícolas de la región: café, plátano, banano, yuca, leña, frutas cítricas y matas de café.
Trasteo tradicional, en la que los participantes cargan sus Willys con la mayor cantidad de elementos tradicionales de trasteo, utilizados en las fincas cafeteras. El Yipao aparece repleto de: muebles (camas, sillas, mesas, armarios), plantas, cuadros, mascotas (perros, gatos, aves), animales de granja (cerdos, patos), máquina de coser, colchones, cobijas, ropa, ollas, jaulas con las gallinas, lámparas, sanitario, retratos de los abuelos y hasta algunos integrantes de la familia.
Categoría libre, donde se requiere mucha creatividad y los coches que participan en ella aparecen disfrazados y cargados todo lo que a un participante se le pueda ocurrir: animales, muñecas, el equipo de fútbol, zapatos, etc.
Concurso «del pique», la parte más atractiva y aplaudida del evento donde se pone de manifiesto la capacidad y la fuerza del Jeep así como la destreza del conductor. El concurso consiste en cargar el vehículo con 1800 kgs con algún producto de la región (generalmente café). El peso debe ser bien distribuido en la parte trasera y se debe conseguir avanzar el mayor número de metros en línea recta con el coche inclinado y utilizando sólo las ruedas traseras.
Turismo rural y de aventura
El Desfile y Concurso del Yipao de Calarcá es sólo una de las singulares manifestaciones de la región de Quindío, que ofrece, además, la posibilidad de descubrir sus espacios naturales en una atractiva oferta que combina aventura, turismo rural y medio ambiente.
La diversidad biológica de este territorio, los parajes salvajes por donde corren ríos bravos o se abren barrancos propicios para el deporte de aventura y el desarrollo de una red alojamientos y de restauración, basada en la conservación de la arquitectura tradicional y los valores naturales, culturales y socio-productivos, han convertido este destino en uno de los más seductores y fascinantes de toda Colombia.