El presunto caso de maltrato contra una periodista mexicana en el que participaron algunos entrenadores y jugadores de los Jets de Nueva York ha generado una amplia investigación por parte de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y del propio equipo involucrado en el incidente.
La NFL reiteró a través de varios portavoces que está investigando el caso y que espera llegar hasta el final del mismo para exigir responsabilidades a quien corresponda. La periodista Inés Sainz, de la cadena TV Azteca de México, hacía un reportaje sobre el mariscal de campo estelar de los Jets, el mexicano-estadounidense Mark Sánchez, cuando un entrenador de los Jets lanzó varios balones hacia donde ella se encontraba. Posteriormente algunos jugadores la echaron del vestuario tras dedicarle expresiones «fuertes».
El portavoz de la NFL, Greg Aiello, reiteró el domingo que la liga y los Jets comenzaron a analizar la situación tan pronto como fueron informados del caso, la misma noche del pasado sábado. El gerente general de los Jets, Mike Tannenbaum, llamó también el domingo a Joanne Gerstner, una integrante de la Asociación de Mujeres de los Medios de Comunicación en el Deporte, de Estados Unidos, para discutir el asunto.
Ambas organizaciones están trabajando para programar una sesión educativa y de sensibilización con el equipo, de acuerdo con el portavoz de los Jets, Bruce Speight. La misma fuente explicó que el asunto fue tratado en la reunión del equipo, que se prepara para el partido de hoy, lunes, contra los Ravens de Baltimore, en la jornada inaugural de la nueva temporada para ambos clubes, en Estadio New Meadowlands.
Pero no quiso dar más detalles de lo que se pudo haber dicho durante la reunión ni de la reacción que han tenido los jugadores implicados en el incidente tras darse a conocer la investigación que ha abierto la NFL. El domingo los Jets dieron a conocer una declaración en la que señalaban que el propietario del equipo, Woody Johnson, conversó con la propia Sainz sobre el incidente y le garantizó que iba llegar hasta el final de lo ocurrido.
«Johnson subrayó a Inés que él espera que todos los miembros de la organización de los Jets se comporten de una manera profesional en todo momento», subraya el comunicado. El equipo también dijo que trabajaría con la liga para recabar información relevante y «adoptar todas las medidas apropiadas y necesarias para mantener un ambiente de respeto para los medios de comunicación.»
La Asociación de Mujeres indicó en un comunicado emitido la noche del domingo que tanto la NFL como los Jets se mostraron «atentos» a sus preocupaciones y que seguiría vigilando de cerca la situación. «Estamos esperando los resultados de la investigación y la adopción de nuevas medidas por parte de la NFL y de los Jets», añade la declaración.
Sainz tuvo que soportar el comportamiento poco «educado» y «respetuoso» de los jugadores de los Jets que le dedicaron todo tipo de expresiones «fuertes» cuando entró al vestuario después de haber concluido el entrenamiento.
Algún jugador de los Jets, cuando compañeros de otros medios de comunicación se preocuparon por Sainz ante el trato que estaba recibiendo, gritó que era su vestuario y podían hacer lo que quisieran. Sin embargo, existen unas reglas muy claras en la NFL para los periodistas que cubren la información de los equipos: los profesionales pueden entrar al vestuario después de que el jefe de prensa de cada club dé la autorización.
Sainz entró cuando el personal de la oficina de relaciones públicas de los Jets se lo permitió y, por lo tanto, tenía derecho a realizar la cobertura informativa que le había sido encomendada por parte de sus superiores. La periodista mexicana admitió que la extraña reacción de los profesionales de los Jets le sorprendió y no sabía lo que hacer cuando se encontró con un ambiente hostil e inesperado dentro del vestuario.