LA HABANA, 15 (Reuters/EP)
El Gobierno cubano indicó que las nuevas medidas de Estados Unidos para flexibilizar las restricciones de viajes a la isla dejan «intacto el bloqueo», pero reflejan la opinión de un amplio sector del país que apoya un cambio de política hacia la isla.
En la primera reacción sobre las nuevas medidas, el sitio oficial Cubadebate afirmó que las iniciativas del presidente estadounidense, Barack Obama, no cambian el embargo económico que hace casi medio siglo aplica Washington sobre La Habana.
«Aunque estas medidas dejan intacto y no cambian sustancialmente la política de Washington, reflejan el consenso de amplios sectores del pueblo norteamericano a favor de un cambio de política hacia la Isla», dijo la web (www.cubadebate.cu), donde el ex presidente Fidel Castro publica sus columnas de opinión.
Obama emitió una orden ejecutiva para suavizar los viajes de estadounidenses y ampliar el envío de remesas de sus ciudadanos a la isla. Además, dio luz verde para que cualquier aeropuerto de su país pueda servir de punto de partida o de regreso de los vuelos charter hacia o desde Cuba.
Cubadebate dijo que las nuevas iniciativas restituyen las políticas del Gobierno del ex mandatario demócrata Bill Clinton sobre Cuba, que incluían los contactos «pueblo a pueblo» y que fueron derogadas por el republicano George W. Bush en el 2003.
Es la segunda vez que Obama relaja las prohibiciones de viajes y el envío de remesas a Cuba, después de que en abril del 2009 anunciara que los cubano-estadounidenses podrían viajar libremente a la isla.
«Sin embargo mantienen intacta la prohibición de viaje a Cuba para todos los ciudadanos norteamericanos, salvo estas excepciones. Los estadounidenses siguen siendo los únicos ciudadanos del mundo que tienen la prohibición expresa de su Gobierno de visitar Cuba, país situado a 145 km. de los EEUU», dijo Cubadebate.
Las nuevas medidas de Washington, que entrarán en vigor en dos semanas, podrían apoyar una serie de reformas económicas emprendidas en los últimos meses por el presidente Raúl Castro destinadas a facilitar la transferencia de capital para que los cubanos puedan abrir nuevos negocios privados.
Además, podrían reanimar el tibio acercamiento entre ambos enemigos ideólogicos, congelado desde que Cuba arrestó hace 13 meses al contratista estadounidense Alan Gross por sospechas de espionaje.