Unas 70.000 personas murieron durante la gestión del hoy expresidente Felipe Calderón (2006-2012) en hechos vinculados a la violencia del narcotráfico
Las autoridades del Estado de Nuevo León (noreste de México) ya han recuperado e identificado los cadáveres de 17 integrantes -14 músicos y tres ayudantes- del grupo Kombo Kolombia, secuestrados la madrugada del pasado 25 de enero de 2013, mientras actuaban en una fiesta privada en la cantina La Carreta del municipio de Hidalgo, a unos 40 kilómetros de Monterrey, la capital del Estado.
Las víctimas, que vestían camisetas negras con la leyenda Poderoso Kombo Kolombia y habían recibido un tiro de gracia en la sien, fueron encontradas en un pozo de 70 centímetros de diámetro y 15 metros de profundidad del rancho Las Estacas, situado a tres kilómetros de la carretera Monterrey-Monclova (Estado de Coahuila), una zona en disputa actualmente entre el Cartel del Golfo y los Zetas y una de las más violentas del norte del país.
Los 18 integrantes del grupo fueron secuestrados a las 0.30 del viernes cuando una decena de hombres armados irrumpió en el local y se los llevaron a la fuerza en presencia de las 50 personas asistentes a la fiesta.
Según el relato del único superviviente, que logró escapar y ahora es testigo protegido por el Gobierno federal, sus compañeros fueron transportados en camionetas por caminos sin asfaltar durante cuatro horas mientras eran interrogados por su captores sobre si pertenecían a una banda criminal hasta que llegaron al rancho donde encontrarían la muerte.
Fue este testigo, quien tras huir y recibir ayuda en otro rancho cercano, condujo a las autoridades al lugar de los hechos.
«Todavía hay dos de los que no tenemos nombre ni referencia», explica Jorge Domene, portavoz de Seguridad de Nuevo León.
Domene precisa que las autoridades aún buscan tres cadáveres basándose en las denuncias de desaparición presentadas por familiares.
Según el portavoz, las investigaciones apuntan a que se trató de un «ataque directo» a los miembros del grupo, puesto que a las aproximadamente 50 personas que asistían la noche del jueves al festejo privado en el que aquellos se presentaban no les pasó nada.
Parece una venganza de algún grupo criminal, porque todas las características de los hechos hacen que parezca que era un colectivo de la delincuencia organizada, declaró el portavoz.
Domene precisó que las principales agrupaciones del crimen organizado que operan en Nuevo León son el cártel del Golfo y Los Zetas, «que llevan años en una disputan terrible en este estado, y regionalmente en Tamaulipas y Coahuila».
Refirió que los miembros de la banda musical fueron contratados para tocar el jueves de la semana pasada por la noche en una fiesta privada en el municipio de Hidalgo, colindante con Mina.
Según los testimonios de los presentes, el grupo terminó su presentación alrededor de la medianoche, y poco después unos 10 hombres que llegaron en cuatro furgonetas fueron directamente a por ellos y se los llevaron, apuntó el portavoz.
Posteriormente, abundó, los agresores trasladaron a sus víctimas al municipio de Mina y en un rancho abandonado les torturaron, mataron y tiraron al pozo.
‘Algún tipo de mensaje’
El portavoz insinua que puede tratarse de una venganza o de «algún tipo de mensaje«.
Kombo Kolombia era conocido en la región por interpretar música vallenata y se había presentado en centros nocturnos como el Internacional, La Eternidad y El Sabino Gordo, que han sufrido diversos atentados de la delincuencia organizada.
Esta es la peor matanza en México desde el inicio de la Presidencia de Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre pasado, y la tercera más cruenta en Nuevo León después del ataque al Casino Royale, en agosto de 2011, que dejó 52 muertos, y la masacre de 49 personas en mayo de 2012 en el municipio de Cadereyta.
Asimismo, el enfrentamiento entre miembros del cártel del Golfo y Los Zetas por el control de un reclusorio en Apodaca, Nuevo León, dejó 44 muertos en febrero de 2012.
Los Zetas nacieron como un grupo de militares desertores que funcionaban como brazo armado del cártel del Golfo, del que después se separaron para disputarle el control de los negocios ilícitos.
Según estimaciones del nuevo Gobierno mexicano, unas 70.000 personas murieron durante la gestión del hoy expresidente Felipe Calderón (2006-2012) en hechos vinculados a la violencia del narcotráfico.