México ha abierto el candado televisivo. La licitación de dos nuevas cadenas, destinada a acabar con el histórico duopolio que controla las emisiones en abierto, culminó anoche con su adjudicación a Cadena Tres, de Olegario Vázquez Raña, y Grupo Centro, de Francisco Aguirre.
La decisión materializa uno de los hitos del proyecto reformista de Enrique Peña Nieto, pero lo hace por la puerta pequeña.
Explica Jan Martínez Ahrens en ‘El País’ este 12 de marzo de 2015 que el proceso, que generó una enorme expectación en sus primeros días, ha registrado una fuga masiva de pretendientes y ha llegado a su tramo final exhausto.
Sólo dos jugadores han resistido las dificultades y, para sorpresa general, han presentado ofertas netamente superiores al mínimo exigido por las autoridades, de casi 60 millones de dólares por cadena.
El Grupo Centro, de corte conservador y que controla 15 emisoras de radio, puso sobre la mesa cerca de 200 millones, muy por encima de Cadena Tres, un pequeño emporio mediático, en el que figura el tradicional periódico Excélsior, que ofreció 115 millones.
La disparidad no afectó a la resolución. Dado que sólo había dos concursantes, cada uno recibió una televisión.
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