Entró al escenario y preguntó al jurado del reality show más popular de Reino Unido si podía hacer pasar a una invitada. «Miss Wendy», gritó, y la perra entró corriendo.
Marc Métral la subió a una tarima y empezó a hacerle preguntas. Al principio no respondía, hasta que su dueño le suplicó: «¡Dí algo!». Y la perra contestó: «No».
Nadie podía creerlo. Evidentemente se trataba de un ventrílocuo. ¿Pero cómo hacía para que el animal moviera la boca exactamente cuando la hacía hablar?
A nadie le importó descubrir el secreto en el momento. El público y el jurado quedaron encantados, y Métral pasó a la siguiente ronda de Britain’s Got Talent.
Todo eran aplausos y lágrimas entre el público del reality show más popular de Reino Unido, el Britain’s Got Talent.
Y entre los miembros del jurado, otro tanto: todo era gozo y admiración por el personaje que había tomado el escenario.
Se trataba de un tal Marc Métral, quien había llamado a su lado a la lanuda y simpática Miss Wendy, una perrita que… ¡podía hablar!.
MOVÍA LA BOCA
Empezó a hacerle preguntas. Al principio no respondía, hasta que su dueño le suplicó: «¡Dí algo!». Y la perra contestó: «No».
Nadie podía creerlo. Evidentemente se trataba de un ventrílocuo. ¿Pero cómo hacía para que el animal moviera la boca exactamente cuando la hacía hablar?
A nadie le importó descubrir el secreto en el momento. El público y el jurado quedaron encantados, y Métral pasó a la siguiente ronda de Britain’s Got Talent.
POLÉMICA
Sin embargo, con el correr de las horas la polémica empezó a crecer. Decenas de televidentes llamaron al canal y enviaron correos protestando por la crueldad y la falta de originalidad del «truco», que ya había sido empleado en la versión estadounidense del reality.
Al parecer, el perro tenía sobre el hocico una falsa boca electrónica, conectada de forma inalámbrica con un control remoto.
Entonces, cuando Métral quería que la perra hable, sólo tenía que presionar un botón, que le hacía abrir el hocico a Miss Wendy.
Organismos especializados están investigando si el dispositivo causaba dolor a la perra o le dificultaba respirar. Si se comprobara, el programa podría ser severamente multado.