¿Ves el color de la imagen? ¿Cómo lo describirías? ¿Malva? ¿Lila? ¿Violeta? Probablemente tiene un nombre concreto, pero tu cerebro no podrá dar con él.
Un nuevo estudio de la Universidad Johns Hopkins ha concluido que la gente puede distinguir millones de colores pero tenemos problemas para recordarlos posteriormente porque nuestro cerebro tiene a almacenarlos en un limitado grupo de tonalidades.
En el informe, publicado en la revista «Journal of Experimental Psychology: General», los investigadores, liderados por el piscólogo cognitivo Jonathan Flombaum demostraron por primera vez que la memoria de la gente respecto a los colores es parcial y se decanta a favor de la «mejor» versión de los colores básicos que ve normalmente.
Por ejemplo, tenemos el color celeste, azul marino, color cobalto y ultramarino. El cerebro humano es sensible a esas diferencias, pero cuando se trata de almacenarlas en el cerebro, la gente categoriza todas esas tonalidades en «azul»
Otras tonalidades, el mismo problema
Lo mismo sucede en el caso de las tonalidades de verde, violeta, rosa o verde. Debido a esto, asegura Flombaum, las personas podrían tener problemas a la hora de observar el color de la pared de casa y luego localizarla en la tienda.