No lo corren a gorrazos, y menos le dan de golpes, más bien al contrario. Muchos alemanes ven con buenos ojos al dictador nazi Adolf Hitler, y no se cortan un pelo a la hora de demostrarlo.
Llega a las pantallas en Alemania una película que muestra cómo reaccionarían los alemanes si el del bigote regresase al país de repente. En la cita el actor que representa a Hitler habla con alemanes de a pie y la positiva reacción de muchos de ellos es «preocupante», lamenta el diario estadounidense ‘The Washington Post‘.
El argumento de la película de ficción ‘Er ist wieder da’ (‘Mira quién está de vuelta’) es el inesperado y sorprendente regreso al mundo del dictador nazi en las calles de Berlín cerca del búnker donde se suicidó en 1945. En esta segunda vida en la Tierra Hitler tiene el propósito de convertirse en estrella televisiva.
El guión de la película, que está dirigida por David Wnendt, está basado en un ‘bestseller’ homónimo. Pero, a diferencia del libro, en la película el actor que representa a Hitler sale a las calles reales de diferentes ciudades alemanas y habla no con los actores, sino con alemanes de a pie. Y es esta sorpendente interacción entre personaje y gente lo más «preocupante», según el diario ‘The Washington Post’.
De las decenas de personas que hablaron con Hitler durante la grabación de la película inquietantemente solo dos reaccionaron de manera negativa. Uno de estos se acercó corriendo y le saludó quitándose el sombreron en un barrio popular de votantes izquierdistas en Berlín. Aunque no fueron igual todas las reacciones. En otra ocasión un hombre se acercó al dictador en una localidad de la región de Baviera y le espetó: «Si en 2014 alguien que pretende ser Hitler llega a la plaza central de Bayreuth y la gente lo tolera, eso es malo para Alemania». Este segundo episodio fue incluido en la película.
Otros ciudadanos se hicieron selfis con el actor que encarnaba a Hitler. Incluso los hubo que lo saludaron con el infame saludo nazi. Otras personas confesaron al actor su disgusto por los inmigrantes.
«No eran neonazis, sino gente normal de clase media», aseveraba el director David Wnendt al diario estadounidense. La película fue grabada el otoño pasado, tiempo antes de que iniciara el flujo masivo de refugiados desde Oriente Medio. Incluso alemanes procedentes de otros países «se mostraron felices viendo al líder nazi», informa ‘The Washington Post’.
En una ocasión este peculiar Hitler convenció con facilidad a un grupo de aficionados futbolísticos para que atacaran a otro actor de la película por sus comentarios «antialemanes».
La reacción de los jovenes fue tan inesperada que el equipo que grababa la película tuvo que intervenir para que no golpearan al actor.
La película recaudó más de 10 millones de dólares en las taquillas en pocas semanas únicamente en Alemania, donde ha sido objeto de discusión en los medios de сomunicación.