Los testigos que realizaron esta grabación en el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica solo podían imaginarse lo peor en el momento en el que un leopardo ataca a un impala- una especie de antílope- .
Sin embargo, los acontecimientos dieron un vuelco cuando el animal, que inicialmente parecía dispuesto a acabar con la vida del impala, decide dejarle vivir y se queda junto a él descansando bajo la sombra de un árbol.