La espabilada orangutana se llama Nemo, y tiene 14 años de edad. Vive en un zoo de Tailandia y, a pesar de que tiene espacio suficiente para poder jugar y moverse, -eso al menos dicen sus cuidadores- prefiere dormir cada noche en una celda, donde no hay camas.
Por eso, con arte y paciencia, se ha construido una hamaca para no tener que acabar doblada con lumbago.