La orca de casi seis metros de largo apareció muerta en las costas de la Bahía de Plettenberg, en Sudáfrica, y tras la autopsia de rigor se encontraron en su estómago todo tipo de ‘porquerías’ que ingirió en las últimas horas de su vida: envases de yogurt, zapatos viejos, una cuerda de calzado deportivo, envoltorios de sopa instantánea y demás golosinas…
El animal fue encontrado varado en la arena días antes de Navidad en esa bahía de la Provincia Occidental del Cabo.
Hambrienta, la orca se había aproximado peligrosamente a la costa en busca de comida. Sin embargo, lo único que encontró fue basura.
Gwenith Penry, una de las coordinadoras de Plett Strandig Network -dedicada a la conservación de las especies- describió en su perfil de Facebook todo el material que halló en el interior de la desafortunada orca.
«¡Esta hembra de 5,7 metros estaba hambrienta! Tenía muy poca comida real en su estómago. Y su revestimiento de estómago estaba desintegrándose».
Las orcas que habitan el sur del continente africano suelen alimentarse de mamíferos, lobos marinos, delfines, calamares gigantes o cualquier tipo de pez grande.
El hecho de que se haya aproximado tanto a la costa y que tuviera ese material desechable en su interior indica la desesperación de hambre que atravesaba.
