Su componte principal es el fármaco Alcosynth, que puede ser añadido a cualquier bebida para darle el efecto embriagador sin causar estragos en el cerebro, corazón...
Dicen que es «uno de los descubrimientos más importantes del milenio». Es una bebida que imita el alcohol y que produce el estado de embriaguez pero sin perjudicar la salud o causar resaca, y cuyos efectos desaparecen con una sola píldora.
La ha creado junto a otros científicos británicos el profesor David Nutt, y pronto estará en las mesas de los consumidores.
Nutt ha afirmado en una entrevista para el diario ‘Metro‘ que había probado su creación, bautizada Synthohol, en su propio cuerpo e incluso más: dijo que su equipo ya había celebrado las últimas Navidades brindando con este «alcohol de imitación» y que uno de los miembros de su equipo estuvo borracho durante seis horas después de tomar un vaso de la bebida.
LAS RAZONES
Según se hace eco ‘RT’, el científico explica que el principio de esta bebida revolucionaria que no tiene sabor es afectar a los neurotransmisores que responden al placer, y no aquellos que tienen algo que ver con la percepción o generan adicción, lo que la hace mucho menos adictiva.
De acuerdo con los creadores de la sustancia, su componte principal es el fármaco Alcosynth, que puede ser añadido a cualquier bebida para darle el efecto embriagador sin causar estragos en el cerebro, corazón, hígado y otros órganos afectados por el alcohol.
La pastilla antídoto de la bebida, por su parte, según los autores del descubrimiento, es un derivado de la benzodiazepina, la sustancia de la que se deriva el Valium, pero no es adictiva ni causa el síndrome de abstinencia.