Es el primer caso que se conoce, y los antropólogos están algo más que asombrados. No en balde han dedicado un estudio en ‘Behavioral Ecology and Sociobiology‘.
Los protagonistas son dos hembras de orángután y un macho de la misma especie que viven en la isla de Borneo, y que han perpetrado un ataque sincronizado que se ha saldado con la muerte de una hembra de edad madura que tenía a su cargo a una cría de 7 años.
Según se hace eco ‘Gizmodo‘, Kondor, una orangutana joven que había perdido a su cría semanas antes; y Sidony, una hembra mayor y poco sociable, se llevaban fatal.
Una semana antes del ataque letal, Kondor fue vista con un macho llamado Ekko. El día de la pelea, Kondor y Ekko se encontraron con Sidony, que estaba con su hijo dependiente. Ekko se acercó a ella y la «inspeccionó sexualmente», pero regresó con Kondor para intentar aparearse con ella.
Cuando Sidony se disponía a alejarse de aquella escena, Kondor interrumpió las actividades sexuales de Ekko y la atacó.
DOS CONTRA UNO
La pelea funcionó como un dos contra uno entre humanos: mientras uno asestaba los golpes, el otro bloqueaba a la víctima para que no pudiera escapar
Ekko se unió al ataque, que duró 33 minutos. La pelea funcionó como un dos contra uno entre humanos: mientras uno asestaba los golpes, el otro bloqueaba a la víctima para que no pudiera escapar. Ekko, con sus colmillos largos de macho, infligió las lesiones más graves.
Entonces apareció un segundo macho, Guapo, que consiguió ahuyentar a Ekko y se quedó para proteger a Sidony de posibles ataques posteriores. Sin embargo, la orangutana había quedado gravemente herida y murió dos semanas después.