La política aumenta la violencia de las calles de Brasil. La imagen de una mujer con un dibujo rayado en su piel fue compartida en grupos de Whatsapp, Facebook y Twitter en Brasil.
Se trata de una residente de Porto Alegre (sur de Brasil), que denunció ante las autoridades haber sido abordada y agredida por tres hombres por vestir una camiseta con la frase «Él no» («Ele não», en portugués) y que hace referencia al movimiento de mujeres contra el candidato presidencialde ultraderecha, Jair Bolsonaro.
Según la denunciante, cuyo nombre no se ha hecho público, los hombres la golpearon y le grabaron una esvásticaen la barriga con una navaja.
Bolsonaro pasó a la segunda vuelta de las elecciones, que se celebran el próximo 28 de octubre, con una amplia ventaja sobre su principal contendor, el izquierdista Fernando Haddad.
En una elección marcada por la polarización, los detractores de Bolsonaro han protestado por los comentarios racistas y homofóbicos que ha hecho el político. (Isidorio Manoel Santana Junior, el ‘exhomosexual’ que arrasa en las elecciones de Brasil)
El caso de la mujer se suma a otros testimonios de ataques y agresiones verbales o físicas vinculadas con violencia política. En su mayoría, contra mujeres y miembros de la comunidad LGBT.
Los reportes de golpes, insultos, peleas callejeras y una muerte por apuñalamiento están en fase de investigación, según informaron las autoridades.
Bolsonaro ha desestimado los ataques violentos como hechos aislados y dijo que también han venido del otro lado. Él mismo fue apuñalado en un mitin en septiembre y pasó un tiempo en cuidados intensivos.
El caso de la esvástica
El delegado titular de la 1ª Delegación de Porto Alegre, Paulo Jardim, declaró que los agresores de la mujer que terminó con una esvástica grabada en la piel aún no han sido identificados. Además, alegó que el dibujo que le hicieron no es un símbolo de extrema derecha.
«Es un símbolo budista, de armonía, de amor, de paz y de fraternidad. Si usted va a buscar en Google, usted verá que existe allíun símbolo budista», afirmó en una entrevista con BBC Brasil.
«Tuvimos conocimiento hace más o menos una hora porque ella no se presentó en mi comisaría, que es donde hubiera correspondido. Tampoco lo registró en el área judicial, que es el centro de todo, ni en la Policía Militar. Ella lo registró en la segunda comisaría de policía. Me enteré del hecho porque los medios empezaron a llamarme», dijo.
Cuando le cuestionaron qué motivaría a alguien a cortar la piel de una persona con el fin de dibujar un «símbolo de amor», el delegado contestó: «Ahí ya tendría que preguntarle a ese alguien. Tendría que ser adivino y no sé adivinar».
Gabriela Souza, abogada de la mujer, afirmó que «este acto homofóbico fue hecho con el objetivo de intimidarla, y fue vulnerada física y emocionalmente. Se subentiende un obvio contexto político«, dice la abogada.
Para Souza, la declaración del delegado sobre la esvástica fue precipitada. (Jair Bolsonaro mejora la economía de Brasil sin llegar a vencer la presidencia)
«Él hizo una declaración equivocada en un primer momento, porque, entre otras cosas, el comportamiento de los agresores es incompatible con el budismo, pero a lo largo del testimonio dado en la tarde él entendió la gravedad y la proporción del caso y pasó a brindar la atención correcta. El Estado necesita estar preparado, no puede confundir una esvástica, símbolo del nazismo, con un símbolo de amor, de la paz budista».