El cuerpo de John Allen Chau, el joven misionero estadounidense asesinado por una tribu que vive aislada en la isla india Sentinel del Norte probablemente permanecerá para siempre en ese lugar.
Según afirman los expertos, es practicamente imposible recuperar sus restos sin poner en peligro la supervivencia de estos indígenas.
El 16 de noviembre de 2018, el ciudadano estadounidense de 27 años murió al intentar entrar ilegalmente en contacto con esta tribu de cazadores y recolectores que vive en autarquía desde hace siglos en Sentinel del Norte, del archipiélago indio de Andamán y Nicobar.(Misionero evangelizador murió a flechazos por indígenas que rechazan el contacto con la civilización)
Las autoridades indias ni siquiera trataron de enviar agentes policiales al lugar para interrogar a los habitantes. En las últimas décadas, cualquier intento de contacto del mundo exterior ha terminado en hostilidades y en un rechazo violento por parte de esta comunidad.
La amenaza para los habitantes de esta isla es tal que los especialistas en derechos indígenas dicen que nunca se presentarán cargos de asesinato contra ellos y que el cuerpo de Chau tendrá que permanecer en la isla para proteger lo que probablemente sea la última tribu preneolítica del mundo.
La policía está hablando con antropólogos y expertos sobre la mejor manera de establecer contacto.
Este viernes, enviaron un barco cerca de la isla por segunda vez desde el asesinato de Chau. «El equipo tomó las debidas precauciones para garantizar que este grupo tribal particularmente vulnerable no se vea perturbado y angustiado durante el ejercicio«, dijo la policía en una declaración.
El temor de que enfermedades tan comunes como un resfriado puedan hacer desaparecer a la tribu o que la electricidad o internet terminen con su estilo de vida han dejado a los habitantes de esta isla en total aislamiento.
Pankaj Sekhsaria, experto en derechos tribales y autor de investigaciones sobre las islas, dijo que sería «un ejercicio inútil» tratar de recuperar el cuerpo.
«No creo que sea una buena idea acercarse porque creará un conflicto con la comunidad«, explicó a la AFP. El experto advirtió a las autoridades indias de que ahora podrían tener que reforzar la vigilancia alrededor de la isla para evitar que otra persona como Chau se acerque a la tribu.
«No creo que haya una manera segura de recuperar el cuerpo sin poner a los sentineleses o los otros en riesgo», agregó Sophie Grig, investigadora de Survival International, que hace campaña a favor de estos grupos aislados.
Anup Kapoor, profesor de antropología de la Universidad de Nueva Delhi, dijo que cualquier persona que quiera iniciar un diálogo con los sentineleses tenía que demostrar estar «al mismo nivel» que ellos.
El principal escollo es el desconocimiento sobre estos indígenas, probablemente descendientes de los primeros humanos que llegaron a Asia. «No tenemos ningún indicio sobre su sistema de comunicación, su historia y su cultura, cómo podemos acercarnos a ellos», cuestionó Kapoor.
«Lo que sabemos es que fueron asesinados y perseguidos por los británicos y los japoneses. Odian a cualquier persona en uniforme. Si ven a alguien en uniforme, lo matan enseguida», agregó.(«Dios, no quiero morir»: lo último que escribió el misionero asesinado a flechazos en una remota isla)
El jefe de policía del archipiélago indio de Andamán, Dependra Pathak, dijo que no se podía dar un plazo para encontrar el cuerpo.