Escribo mientras se desarrollan unas elecciones que son tan iguales o peores que las que se han cuestionado repetidamente porque creer que en una tiranía brutal como la que padecemos los venezolanos nuestra voluntad expresada en votos tiene algún sentido y será respetada es credulidad además irresponsable. Absurdos, necedades, complicidad burda acompañan estos nuevos comicios en dictadura que de no ser tan dramático lo que sabemos sucederá daría risa escuchar o leer «Opositores» que con sus caras graves y sus trácalas persistentes dicen que el pasado 20 de mayo no fueron a votar porque esas elecciones eran «ilegales» pero las de hoy 9 de diciembre, son «Limpias y legales» aunque todos -nacionales y extranjeros- sepamos que simplemente legitimarán a Maduro y su pandilla empoderada.
Inaudito que gente que tenemos conciencia de que no son ni ingenuos ni brutos, pero si vivarachos y deshonestos nada hayan comentado de lo dicho hace tres días (6/15/2018) por ese ente perverso, sujeto obsceno que es Diosdado Cabello quien funge de primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y de la manera más descarada, aseveró que «apenas está comenzando la Revolución Bolivariana y que dentro de 50 o 60 años, Venezuela seguirá siendo gobernada por un revolucionario o revolucionaria», pero… hay que votar y convocantes tan dispares como pueden ser el adeco Claudio Fermín y el Cardenal Baltasar Porras al que si siempre he respetado y respeto, se prestan para la farsa como lo hacen muchos otros más, y todos los fans del voto ponen cara de desentendidos frente a lo dicho y ni se preocupan por un llamado claro hecho por ese maléfico chavista que no oculta la necesidad de que se formen colas en centros de votación, colas que puedan sustentar el fraude preparado, que puedan darle extras a la película que necesitan se vea sobretodo fuera de nuestras fronteras, extras que representarán lo que Cabello llama «los revolucionarios» y que (cito) «cumplirán la responsabilidad de velar porque los venezolanos ejerzan su derecho al voto»…
Cabello el del mazo, el del garrote que lo acompaña en sus amenazas diarias a través de la televisora del Estado, ahora propiedad -como todo el país- de estos facinerosos que continúan con la misma cantaleta de un fulano «enemigo que está más vivo que nunca» el manoseado cuento de que «el imperialismo se quitó la careta», mientras todos estos días no hemos visto más que la intensificación del saqueo y el reparto vil de Venezuela y sus recursos… Oro, petróleo, coltán, hierro, aluminio, diamantes… Maduro el saqueador recibiendo al turco Erdoğan que ni siquiera tuvo paciencia para esperar envíos y se vino directo el pasado domingo 2 de diciembre y cual vendedor de cualquier mercado oriental, baboso y ávido, burlándose de todos los venezolanos prometió que Turquía va a «cubrir la mayoría de las necesidades de Venezuela», necesidades donde para nada se contempla frenar la mortandad por hambre, por falta de medicamentos, por ausencia de atención hospitalaria. No crearán puestos de trabajo porque todo se lo comprarán hecho y los obreros, los técnicos, los industriales, los productores serán turcos… Tampoco toma en cuenta la necesidad de que esperanzas ciertas frenen el doloroso éxodo que el mundo entero ve pero que parece que a nadie sensibiliza más allá de los problemas lógicos que millones de desterrados pueden crear en los países donde arriban.
Recep Tayyip Erdoğan repitiendo y repitiendo como hace todo aquel que quiere ser creído «Nosotros vamos a cubrir la mayoría de las necesidades de Venezuela, tenemos esa fuerza, tenemos esa oportunidad» y realmente, una oportunidad así no se repite porque es difícil que hayan traidores iguales a Maduro y a todo ese combo chavista depredador e inicuo. Maduro que menos de 24 horas después que Erdoğan hiciera el negocio de su vida vendiéndole a Venezuela todo aquello que represente jugosas comisiones para cuanto militar ladrón en combinación con malandros civiles negocie, se largó a Rusia para comprarle el apoyo político y económico a Vladimir Putin. Venezuela, convertida en piñata recibiendo palo de Erdoğan, de Putin, de los chinos, de iraníes y por supuesto de los amos cubanos, los que bien supieron escoger a Maduro para garantizarse el plan y los dividendos.
Venezuela, literal valle de lágrimas, fosa gigante donde se entierran cadáveres y también sueños. Venezuela convertida en botín para los que le suelten plata a Maduro y el resto de la banda como hemos visto con el gobierno ruso informando que «Inyectará» 6.000 millones de dólares y lo mismo China, ambos buscando recuperar la producción petrolera destruida por el desvalijamiento y saqueo de PDVSA; producción que es con lo que podrán recuperar lo que les adeudan estos ladrones que como el Barbarazo del famoso merengue de Wilfrido Vargas, hasta el queso que había en la mesa también se lo comieron, y por ello, raspando con lo que queda, desesperados intentan repatriar 16.5 toneladas de oro con un valor de 550 millones de dólares para lo que se han trasladado a Gran Bretaña dos archivillanos más que conocidos: Simón Zerpa, ministro del Poder Popular para Economía y Finanzas y Calixto Ortega Sánchez, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV). Frente a esta nueva pretensión de robarse el oro se ha desencadenado una gran polémica porque con seguridad el dinero se usaría para financiar y seguir enriqueciendo a Maduro y su combo y para nada será en beneficio de la economía venezolana como teme Andrew Lewer, miembro del Parlamento británico por el Partido Conservador que ha enviado una comunicación a Mark Carney, gobernador del Bank Of England e igualmente otra a Philip Hammond, canciller de Hacienda, solicitando la no repatriación del oro venezolano ante las ilegitimidad de los que están en el Poder en un país tomado por el crimen organizado.
Ojalá no lo entreguen porque cada recurso recobrado se necesitará para recuperar este país nuestro y que a él regresen los millones de ausentes, que lloran lágrimas de sangre soñando volver.
Poco más de 20 días faltan para que finalice este año de lamento y muerte que como otros en estos 20 años de tragedia y tiranía más que nunca muestra la traicionera alianza entre la falsa oposición y los asesinos que integran esto que se presenta como gobierno y que ha llevado a los venezolanos que jamás fuimos migrantes -ni tampoco fuimos comunistas- a padecer la tragedia que ninguna mente pudo vislumbrar cuando la minoría de zánganos asechaba y unos políticos que se nos presentaban como demócratas junto a empresarios y seudo intelectuales canallas les ayudaron a llegar y destruirnos el país.
Así pues, de las elecciones en la piñata llamada Venezuela, muchos de ustedes conocerán resultados quizá hasta antes de leer mi columna de hoy. Posiblemente muchos hayan visto ya los centros de votación vacíos porque si hay algo alentador es que cada vez existen más personas que no comen cuentos y por ello tal vez no puedan contar con el voto de millones de seres honestos los viles que pactan elecciones fraudulentas para legitimar a Maduro y continuar sacando provecho. De eso y sus resultados, también de imprevistos que seguro se darán seguiré comentando este lunes 10 desde los micrófonos de La Poderosa 670 AM de Miami donde comienzo para retomar mi trabajo radial allá en Florida y cada día en los noticieros estelares, me reencontraré con una audiencia vivificante que merece ser informada desde Venezuela el escenario donde se vive esta tragedia.
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