El empresario Kurt Gwerder, de 49 años y quien se encontraba prófugo de la Justicia, fue detenido en las últimas horas por la Policía de la Ciudad acusado de violar a una menor de tan sólo 6 años de edad, hija de una joven con problemas de adicción a la que él sobornaba con comida y dinero a cambio de acceder a la víctima. (#MeToo en Argentina: el actor Juan Darthés, acusado de violar a una actriz menor de edad)
La causa por «abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, explotación infantil y corrupción de menores» contra Gwerder, con domicilios en Olivos y Montserrat (situado en San Andrés de Giles, localidad ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires, Argentina), comenzó en mayo de este año en el Juzgado de Menores N°3 de la doctora Julia Marano Sanchis con el objetivo de reunir pruebas y testigos que aportaran datos para esclarecer el hecho que según aseguraron fuentes policiales habría comenzado a fines de 2015. (Crece la lista de cargos contra el médico y su hermosa novia acusados de seducir, drogar y violar a varias mujeres)
En 2015, el imputado, quien estuvo vinculado desde 2004 a varias empresas de del sector agropecuario y la venta e importación de maquinarias, habría comenzado a abusar sexualmente de la menor a cambio comida y dinero que le entregaba a la madre, una joven que se encontraba en situación de vulnerabilidad y era adicta a las drogas.
Según se desprende la reconstrucción policial a la que pudo acceder Infobae el acusado también llevaba a la niña a jugueterías y locales de comida rápida para hacerle «regalos» y así comprar su silencio.
El violador había sido detenido. El 14 de noviembre pasado, la Sala II de la Cámara Criminal y Correccional denegó un recurso de casación presentado por su defensa: la Sala VII ya le había negado la libertad y aludió en un fallo previo «a la presión que podría ejercer Gwerder sobre la menor presuntamente damnificada con el fin de obtener un eventual resultado favorable en el proceso, atento a la vulnerabilidad social de ésta última».
Pero por falta de pruebas, la Justicia dispuso su liberación. Fue en ese momento que el acusado aprovechó la circunstancia para darse a la fuga, cambió su domicilio sin dar aviso. Así, le perdieron el rastro.
Los investigadores, por otra parte, pudieron determinar que Gwerder habría llegado a la nena por medio de una mujer de 18 años amiga de la madre de la víctima, quien años atrás habría sido también abusada por él.
También se pudo determinar que los abusos habrían ocurrido en una oficina que el empresario tenía en la calle Chacabuco, en el barrio de Montserrat, su principal domicilio declarado ante la AFIP, y en una quinta en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
Como resultado de las investigaciones se allanaron varios domicilios y una clínica psiquiátrica y de rehabilitación de adictos donde se encontraba internada la mamá de la menor.
El Juzgado Nacional de Menores N° 3 dispuso la detención de la joven que captó a la menor, como así también el traslado de la madre de la víctima a un centro asistencial de la Ciudad.
La División Menores en Conflicto con la Ley Penal de la Policía de la Ciudad llegó hasta Gwerder: lo encontró en un campo en San Andrés de Giles.
La investigación arrojó además que el horror habría alcanzado a más víctimas. A partir de todas las pruebas recabadas se pudo determinar que el detenido también habría abusado de otros menores, incluidos hijos de allegados y conocidos de su familia.
Gwerder no es el único supuesto abusador de la historia reciente acusado de explotar la vulnerabilidad de personas adictas a las drogas para sus fines. Juan Mammato, un hombre de 70 años de edad del Bajo Flores, fue investigado en noviembre de 2016 por el fiscal Federico Delgado por supuestamente reclutar niñas de la Villa 1-11-14 para llevarlas a un bunker sexual, donde las ofrecía a presuntos clientes. La Policía de la Ciudad lo encontró con una menor que entró en síndrome de abstinencia.