Cuando tenía 18 años, Norm Self se unió al clero y se convirtió en ministro de un campus, algo así como un guía espiritual para universitarios. Mantuvo su matrimonio con una mujer por 28 años, pero en algún momento se dio cuenta de que era gay, preferencia que aceptó abiertamente en 1997.
Hoy, a sus 85 años, el clérigo retirado disfruta plenamente su vida sexual como actor porno. La vida de este hombre originario de Alabama (EEUU), es parte de un documental británico titulado “OAPS (Old Age Pensioners) On the Game: The Sex Business”.
En la producción, Self narra cómo inició su carrera en el porno luego de que su “compañero de casa” -como él le llama a su pareja con quien vive en Carolina del Norte-, le propuso aparecer en una película íntima por la que no recibió ninguna paga. Dos años después, el jubilado estadounidense ha participado en cuatro películas y asegura que su vida sexual es “alucinante”.
“Vamos a tener relaciones sexuales de todos modos, ¿por qué no convertirlo en una experiencia liberadora y vinculante en lugar de ocultarlo en las sombras? Si el universo me otorga otros 10 años, ¿quién sabe qué pasará con el sexo?”, asevera Self y explica que su problema con la iglesia es que el sexo no se ve como una parte gozosa de la vida espiritual.
Este jubilado asegura sentir su sexualidad más intensamente que hace 40 años: “Mi yo de 85 años es más vibrante que mi yo de 45 años. Es como si mi energía erótica se hubiera apoderado de mí y me habitara”, afirma y hace un llamado a los hombres mayores a no abandonar el sexo.