Acusada de intolerante, malhumorada y manipuladora, Meghan Markle ahora quedó envuelta en un escándalo mucho más grave, que involucra la explotación laboral. Es que el Daily Mail reveló el secreto que esconde la manta orgánica con la que la duquesa de Sussex eligió para el pequeño Archie. Meghan, militante de la ecología, acunó a su hijo en una manta de algodón Erawan, una manta tradicional de verano de la India, mientras veía al Príncipe Harry jugar al polo a principios de este mes. La elección llamó la atención. En las imágenes, parece suave y acogedora para el bebé.
Lo vende una marca con sede en Hong Kong llamada Malabar Baby, que se especializa en ropa de bebé orgánica y accesorios para madres glamorosas. Sin embargo, según el medio británico, los trabajadores que fabrican la manta orgánica con la que la Duquesa de Sussex envolvió al bebé Archie durante su primera salida familiar reciben un salario de tan sólo 0,45 centavos de dólar por hora. En términos británicos, eso es explotación laboral.
El medio visitó las casas de algunos de los trabajadores que confeccionan la manta y las instalaciones de la fábrica donde trabajan en Bagru, un pueblo muy pobre a una hora de distancia de la ciudad de Jaipur, en el estado indio occidental de Rajastán. La manta es fabricada por una empresa textil llamada Nayika que también produce el resto de la gama Malabar Baby.
Aruna Regar, que trabaja como costurera en la fábrica de Nyika y contribuyó a dar los últimos toques a lo que se ha dado en llamar «la manta real», reveló que su salario medio mensual es de unas 6.000 rupias (USD 85) y trabaja 48 horas semanales. Esto equivale a 0,45 centavos de dólar por hora. «Regar, de 50 años, casi se desmaya cuando se enteró sobre el precio de venta de la manta y la conexión real con su obra. Ella admitió que nunca había oído hablar de Meghan, Archie o el Príncipe Harry, pero sí de la Reina», cuenta el sitio británico.»Nuestro mayor problema es el dinero que ganamos, es una miseria», agregó.
Regar vive en una casa de ladrillo decrépita y a medio construir en las afueras de Bagru, una zona especializada en la estampa textil a mano. Lo comparte con su marido, sus dos hijos, sus esposas y sus dos nietos. La familia de ocho personas vive en dos habitaciones, mal iluminadas debido a la intermitencia de la electricidad, y el suministro de agua es limitado. Un agujero en el suelo se usa como inodoro, y la ducha es un cubo y un grifo.
«Meghan y el príncipe Harry, que se enorgullecen de su activismo social y filantropía, ¿se sentirán perturbados al enterarse de la paga y las condiciones de vida de quienes hicieron la manta orgánica de Archie?», se interroga el medio británico. El Daily Mail cuenta que cuando sus enviados visitaron la fábrica de Nayika, los trabajadores estaban ocupados imprimiendo a mano resmas de algodón orgánico que forman las capas exteriores de la manta. Luego se rellenan con mulmul, un algodón fino y suave, y se cosen para completar la pieza.
Desde que Meghan apareció en público con Archie envuelto en ese modelo, los pedidos se han disparado y actualmente se están realizando unos 2.000 para satisfacer la demanda. La manta hecha a mano se ha agotado en el sitio web de Malabar Baby y está disponible sólo para pedidos por adelantado. Se describe como «simple pero chic». Aún cuando el bajo salario enciende las alarmas, el diario explica que las condiciones en la fábrica son mejores que en muchas de las de la industria textil india. A los trabajadores se les paga un salario mensual fijo, a diferencia de cada artículo que hacen, el trabajo infantil está estrictamente prohibido y hay un alto nivel de limpieza.