El sufrimiento que llevó por dentro José José mientras se consumía en el alcohol y en las drogas no fue producto exclusivamente de la fama, la dura infancia del cantante mexicano estuvo rodeada de maltrato físico por parte de su padre, que además de eso fue una figura ausente. Pero la más dura y difícil confesión que pudo hacer el intérprete de «El triste», fue el abuso sexual al que fue sometido por otros niños que a esa edad ya consumían alcohol.
José José fue alcohólico durante 30 años, aunque la cocaína lo mantenía más o menos sobrio los días de concierto. En varias entrevistas refiere que solo tiene recuerdos borrosos de los años 90, 91 y 92, la época en la que pasó por su divorcio con Anel, la madre de sus primeros hijos, y llegó a vivir en un taxi con otros adictos.
“Salía de la cantada y nos íbamos de farra. Amanecía en el coche con el esmoquin todavía puesto. Me despertaban los comentarios de los curiosos, que se preguntaban ‘¿es ese José José?’”, cuenta durante una entrevista. Mientras, aclara su voz cavernosa y gira entre los dedos el anillo que le regaló Frank Sinatra, el espejo en el que siempre se miró como artista.
Su hijo, José Joel, relató cómo vivió él el grave problema de su padre siendo él aún un niño.
“Me entero del alcoholismo de mi papá a mis 11 años porque él me lo dijo. Sentado en la sala y me explicó de tal manera que dije ‘pues, híjole’ “, confesó Joel en una entrevista con una televisora. “Dentro de todo, yo siento que esa parte la maduré bastante rápido, que al día de hoy puedo tener una relación ‘sana’ con mi papá y con mi mamá”, agregó.
Las desapariciones por largas temporadas de “El Príncipe de la Canción” en cada recaída, eran un asunto habitual. Hasta que finalmente llegó su peor momento, al llegar sus enfermedades y su pérdida de voz.
Era un espiral de destrucción imparable. «Los telefonazos eran ‘lo vimos tumbado en la calle’. ‘Lo vimos durmiendo en un taxi’. ‘Creo que ya ni lo vimos; creo que ya ni amaneció’. ‘Señora, venga a reconocer el cadáver’”, relató su hijo ante lo que le decían o podrían llegar a decirle sobre uno de los peores momentos del gran intérprete.
“El señor Darío de León, Ricardo Rocha y Tina Galindo —nos enteramos— lo pescan, lo meten al avión y se lo llevan a Minnesota, y lo internan. Después de un mes sale, ya del brazo de Sarita (su última esposa). Gracias a Dios, tocó fondo y gracias a Dios pudo salir y dejar las adicciones, aunque esto le afectó a su voz y gravemente a su salud», concluyó José Joel.
La dura confesión del abuso sexual que sufrió
Fue uno de los secretos que le costó más trabajo contar, pero fue a su hija Marisol a quien le confió tan terrible episodio, relató su ex esposa Anel Noreña en una entrevista televisiva, en la que relató que finalmente esos abuso lo orillaron a refugiarse en sus adicciones.
“El papá fue muy cruel, lo violaron los amigos, era un niño, todo lo que no debía pasarle a un niño, a él le pasó. Su papá no estaba, su mamá era una mujer sola desprotegida, no sé si no supo o no quiso saber, pero era muy fuerte lo que le pasó”, dijo Anel.
Sobre los agresores que perpetraron el abuso sexual, relató que eran unos niños cercanos a su casa, que “ya desde muy pequeños tomaban alcohol porque le servían al papá y a su mamá, así que ellos tomaban también”, detalló.
«Cuando te traiciona una mujer te refugias en tus amigos, cuando te traicionan tus amigos te refugias en la botella; es muy doloroso, he cargado con tantas traiciones que no me quiero acordar porque me vuelve a doler”, contó el músico mexicano en una entrevista hace algunos años, y confesó que sus adicciones le arrebataron varios episodios de su vida.
Tras la confesión de que por la traición de la gente de su círculo más cercano lo llevó a comenzar deliberadamente a beber, la entrevista lo llevó a declarar sobre los años más oscuros de su vida, desde que inició con ese vicio.
Su padre murió por los graves efectos que el alcoholismo dejó en su cuerpo, sin embargo José José finalmente tuvo una segunda gran oportunidad, dejó de beber y retomar una nueva vida al lado de su esposa Sara, de quien señaló que lo ayudó a salir de ese abismo de adicción en el que había caído, tuvo otra hija de nombre Sarita y retomó su carrera, y aunque su voz ya estaba muy dañada, su figura, presencia y leyenda, quedó perpetua en la memoria de todos, y eso ni su muerte lo podrá borrar.