El empresario Sandro Rosell (Barcelona, 1964), desde hoy el trigésimo presidente de la historia del club, ha dicho durante su discurso de proclamación que el Barça «es un sentimiento» y eso «lo convierte en invencible» y se ha planteado como reto «superar el listón» deportivo dejado por Joan Laporta.
Casi cuatrocientos invitados han presenciado en directo la toma de posesión del nuevo presidente del Barça. Un acto repleto de simbolismos que se desarrolló en los jardines de La Masia, la factoría de jugadores barcelonistas, ubicada a los pies del Camp Nou.
Allí se han dado cita cinco ex presidentes de la entidad (sólo ha faltado José Luis Núñez, quien ha declinado la invitación); todos los técnicos profesionales de la entidad, los candidatos en los últimos comicios, así como Johan Cruyff, el presidente de honor del club, y el presidente del Racing de Santander, Francisco Pernía.
En su breve discurso, Rosell ha insistido en la idea de que la entidad debe ser participativa, abierta a los socios, y ha alabado el trabajo realizado por el Barça de Laporta.
«Soy un presidente que se pone al servicio de todos. Este es uno de los momentos más importantes de mi vida, mi primer momento como presidente. Toda la emoción que me embarga a mí y a los míos la quiero retornar en forma de buen trabajo y de orgullo», ha dicho.
A más de treinta grados de temperatura, con los invitados moviendo acompasadamente los abanicos azul y grana repartidos en la entrada, Rosell ha dicho que hoy «empieza algo muy especial».
Quiere marcar «una nueva época dorada del barcelonismo», pero sobre todo desea que el club «sea decididamente del socio», al que ha definido como «el verdadero propietario del club».
«Lo hemos dicho muchas veces. Os lo digo de verdad, esta junta solo entiende este club si la participación es amplia. El socio tiene que volver a ocupar su espacio», ha recordado Rosell.
El presidente del Barça, que ha pronunciado unas frases en castellano y en inglés, ha desvelado que entre los asistentes a la toma de posesión se encontraban el socio número 1 de la entidad, Jaume Desals, y la última socia, Abril Minguell, socia número 184.116.
Ha explicado que la primera prioridad será «analizar la situación real del club» desde el punto de vista económico y laboral y ha prometido que «la transparencia será una constante» en el devenir del nuevo equipo directivo.
«Prometemos eficiencia en la gestión, excelencia en lo deportivo y un proyecto económico sostenible», ha dicho Rosell, quien ha recordado que su Barça será «un Barça moderno y acogedor», que contará con «un remodelado estadio», un «magnífico Palau Blaugrana» y un nuevo espacio Barça en los alrededores del Camp Nou.
Su modelo deportivo se basará en «la excelencia del modelo de éxito hecho en casa» y reforzado con los mejores jugadores del mundo.
Pero sobre todo, el presidente Rosell tiene claro que «allí donde se vea una camiseta del Barça debe haber talento, compromiso y solidaridad».
Sandro Rosell ha explicado que su directiva se ha marcado el hito de mejorar lo conseguido hasta ahora. «El listón está muy alto, pero intentaremos superarlo. Somos el Barça, un sentimiento único, y eso nos hace invencibles», ha resumido.
Antes Joan Laporta le había deseado «mucho acierto y mucha suerte» a Rosell en la nueva etapa. «Os lo deseo de todo corazón», ha dicho.
El ex presidente ha asegurado que los miembros de su junta directiva se van «contentos y felices por el trabajo y los resultados conseguidos».
Ha recordado que el Barça está en los mejores momentos de su historia. «Quiero dar las gracias a todos aquellos que han contribuido a que el Barça sea el mejor de la historia», ha insistido.
En el acto también se encontraban el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Pascual Maragall; la secretaria del deporte de la Generalitat, Anna Pruna; así como el concejal de deportes del ayuntamiento barcelonés, Pere Alcober.