Un tribunal federal de apelaciones se negó a reabrir una demanda por difamación presentada por el ex lanzador tejano Roger Clemens contra su ex entrenador personal Brian McNamee, quien dice haberle inyectado esteroides y hormona del crecimiento humano más de una decena de veces.
Por una votación de 2-1, un panel de la Corte del Quinto Circuito Federal en materia de apelaciones concedió la razón a un juez federal de Houston, quien el año pasado desechó buena parte de las acusaciones que Clemens imputaba a McNamee.
Clemens apeló la decisión del juez federal de distrito Keith Ellison, quien dijo que su corte no tenía jurisdicción sobre las afirmaciones de Clemens en torno de las declaraciones que McNamee hizo en Nueva York.
«Las declaraciones no se hicieron en Texas ni se refirieron a residentes de Texas», señaló la corte de apelaciones, con sede en Nueva Orleans. El panel de tres jueces escuchó argumentos sobre el caso el mes pasado.
«No hemos leído esto todavía», señaló el abogado de Clemens, el prestigioso Rusty Hardin. «Entendemos que la votación fue de 2-1; vamos a analizarla y a determinar cual será el siguiente paso a seguir en función del contenido de lo que han decidido los jueces de apelación».
Por su parte, el abogado de McNamee, Richard Emery, todavía no ha hecho ningún tipo de comentarios sobre la decisión del tribunal de apelaciones, pero siempre ha defendido que su cliente mostrará al final toda la verdad del asunto del dopaje de Clemens, sin ningún tipo de duda.
Clemens negó haber consumido drogas para mejorar su desempeño, al testificar bajo juramento en el 2008 ante el Congreso. Sin embargo, se le investiga por posible perjurio.
Sus abogados argumentaron que Ellison cometió un error al determinar que McNamee tiene derecho a la inmunidad por declaraciones hechas a George Mitchell, quien investigaba el consumo de drogas en las Grandes Ligas.
Señalan también que la protección no se extiende a la comisión Mitchell, pese a que McNamee habló con el panel como parte de su cooperación con los investigadores federales.
McNamee se reunió con investigadores federales en Nueva York y dijo que había inyectado a Clemens con esteroides y hormona del crecimiento humano en esa ciudad, pero nunca en Texas, donde el lanzador residía y entrenaba cuando no había temporada de béisbol.
Después de la divulgación del reporte Mitchell, McNamee repitió esas acusaciones durante una entrevista en su casa en Nueva York.