Los acontecimientos de la última semana han dejado como protagonistas en el béisbol profesional de las Grandes Ligas al cerrador estelar venezolano Francisco Rodríguez, que vive su peor momento, dentro y fuera del diamante, junto con Josh Hamilton, que es la cara de la moneda.
Rodríguez se rompió el ligamento en el pulgar de la mano derecha que usa para lanzar durante la pelea que protagonizó con el abuelo de sus hijos la semana pasada en el Citi Field.
Este fue el escueto anunció un oficial de los Mets para explicar las molestias que había tenido Rodríguez el pasado sábado cuando volvió de una suspensión de dos días impuesta por el equipo tras el incidente.
Rodríguez fue examinado en el Hospital para Cirugía Especial en Manhattan. Los médicos del equipo recomendaron la operación, pero no se ha establecido una fecha para el procedimiento.
«Obviamente estoy decepcionado, molesto, frustrado» declaró el piloto de los Mets, Jerry Manuel. «Cuando uno recibe noticias como estas es … hemos pasado por muchas cosas. Parece que seguimos teniendo dificultades para mantener lejos este tipo de situaciones y lesiones cada año».
Manuel no refutó que Rodríguez se vaya a perder el resto de la temporada, pero sí dijo que no sabía cuanto más le iba a tomar recuperarse al relevista venezolano.
Rodríguez fue acusado de agresión de tercer grado y hostigamiento de segundo grado por el incidente ocurrido en el salón familiar del Citi Field el pasado miércoles y ya le costó también la perdida de 125.000 dólares de salario.
Pero lo peor podría estar por llegar, ya que corre el riesgo de quedarse sin todo el dinero que aun le falta por recibir de los 11,5 millones que tiene de contrato para el 2010.
Un portavoz del equipo confirmó que la opción de cancelación del contrato de Rodríguez está bajo consideración. «Estamos explotando todas nuestras alternativas,» señalo la fuente.
Ya existe un precedente sobre el hecho de un equipo cancelando un contrato de manera exitosa.
De hecho, los Astros de Houston recibieron notificación final por escrito el lunes de parte de un mediador apoyando su posición de que tenían derecho a negarse a cumplir con el resto del contrato del lanzador derecho Shawn Chacon como resultado de un incidente en junio del 2008 donde golpeó y lanzó al suelo al gerente Ed Wade.
Los Mets deben a Rodríguez 11,5 millones en el 2011 y tiene una opción para el 2012 por 17,5 millones que entraría en vigor si termina 55 partidos la próxima temporada y se encuentra saludable a medida que termina la parte garantizada del contrato.
El asunto está sin definir y lo que si está claro es que Rodríguez se encuentra en su peor momento de una carrera que lo había colocado entre la elite de los cerradores de las Grandes Ligas.
El relevista venezolano de 28 años fue arrestado, acusado y dejado en libertad bajo su propia responsabilidad tras el incidente, y tiene que presentarse ante el juzgado el próximo 14 de septiembre.
Rodríguez está acusado de golpear en la cara a su suegro Carlos Peña, de 53 años, llevándolo a un túnel cerca del salón familiar debajo del Citi Field. Peña tuvo que ser ingresado en un hospital con heridas e hinchazón debajo de su ceja.
De acuerdo a detalles de la declaración ofrecida por Rodríguez, Peña no se había comportado bien con su abuela, que fue quien lo crió y además utilizaba constantemente sus propiedades.
Mientras, Hamilton vive su mejor momento como profesional después de haber superado los graves problemas de adicción a las drogas y al alcohol para ser actualmente el máximo aspirante al premio de Jugador Más Valioso (MVP) con los Vigilantes de Texas.
Hamilton es el mejor bateador de las Mayores por amplio margen. Su promedio al bate de .362 antes del partido del lunes es 21 puntos porcentuales superior a su rival más cercano de la Liga Americana y 40 puntos porcentuales mejor que el líder de la Liga Nacional.
Además, Hamilton sigue siendo un bateador oportuno con 37 dobles, 26 jonrones y ha remolcado 80 carreras. También ha estado excepcional en los jardines con grandes atrapadas y potentes disparos para lograr siete outs en asistencias y logra impedir que los corredores busquen llevarse una base adicional.
Esto es lo que Hamilton siempre creyó que podía lograr, aunque aún considera que puede ser todavía más consistente.
«En lo que respecta a los numeros, es algo que creo que puedo hacer de manera regular», declaró Hamilton, de 29 años.
El ex primer seleccionado en el sorteo universitario, cuya inspiradora recuperación de adicciones al consumo de alcohol y la cocaína han quedado bien documentadas, ahora es un firme candidato al trofeo para el premio de MVP.
«Es aterrador. Hace todo bien… ya hemos visto suficiente de su persona», comentó el piloto de los Medias Rojas de Boston, Terry Francona.
Por su parte, Ron Washington, piloto de los Vigilantes, dijo que todo lo que hace Hamilton le recuerda a lo que vía en el miembro del Salón de la Fama, el ex jardinero central Kirby Puckett, cuando fue su compañero con los Mellizos de Minnesota.
«Hamilton es un caballo. No, no es sólo un caballo es un Pura Sangre. Lo que vemos es un pelotero muy completo en su trabajo y no creo que haya tantos peloteros que puedan hacer todo lo que él puede hacer», agregó Washington.
