Los diarios ecuatorianos toman hoy con moderación la clasificación lograda anoche por el club guayaquileño Barcelona a la siguiente fase de la Copa Sudamericana, tras imponerse por 3-1 (5-2) al peruano Universidad César Vallejo.
«Barcelona pasa de ronda», resalta diario «El Universo» y añade que se mostró más cohesionado en su medular y en la ofensiva con un Matías Oyola y Mike Rodríguez que fueron creadores de fútbol en el medio campo amarillo y abastecedores permanentes para sus delanteros.
«Pero así como se observó un mejor rendimiento de medio campo para arriba, atrás se mostró errático en varios pasajes del encuentro y cuando los universitarios apretaban la puerta de Máximo Banguera se notaba con claridad la falta de jerarquía en el bloque posterior para capear el temporal», comenta.
Para el matutino «Expreso», el equipo ecuatoriano no necesitó exigirse a fondo para vencer al César Vallejo y asegurar su paso a la siguiente ronda de la Sudamericana.
«Con la ventaja obtenida en el partido de ida, Barcelona gozó de todas las libertades para dejar en el camino a un rival muy limitado», añade.
«El Telégrafo» asegura que «tres goles motivaron el festejo de los 10.000 hinchas amarillos que estuvieron presentes en el Monumental. Juegos pirotécnicos y una afición que alentó durante el partido fue el marco en el que Barcelona venció y clasificó a la segunda fase».
Por su parte, «El Comercio» dice que «Barcelona dominó el partido. Se adueñó de la pelota, la rotó por toda la cancha y la cuidó cuando la tuvo en su poder. Al rival le costó recuperar el balón y llegar con jugadas hilvanadas al arco local. Cuando lo logró lo hizo sin claridad».
También dice que una de las virtudes más significativas de los canarios, fue la velocidad por las bandas derecha e izquierda. Mike Rodríguez y el argentino Ricardo Noir le dieron dinamismo a la zona ofensiva de conjunto dirigido por el estratega Juan Manuel Llop.
Mientras que «La Hora» precisa: «Triunfó allá y triunfo acá. Un 5-2 en el global que enlista a los toreros en segunda fase de la Sudamericana. ¿Para soñar? No, más bien para motivar, porque el rival que eliminó no es un termómetro para pensar en finales.
