El ex portero José Luis Chilavert se enfrentó a golpes con un empresario argentino que, según el ex futbolista, le llamó "paraguayo muerto de hambre"
El ex arquero José Luis Chilavert se enfrentó a golpes con un empresario argentino que, según el ex futbolista, le llamó «paraguayo muerto de hambre».
En declaraciones a la prensa local, Chilavert dijo que Pablo Martín Seijas, con quien se embarcó en Buenos Aires en el mismo vuelo con destino a Asunción, le ofendió en el momento en el que le reclamó una presunta deuda.
Al llegar al aeropuerto asunceno Silvio Pettirossi, el ex capitán de la selección paraguaya le pidió que repitiera su ofensa y a continuación hubo un intercambio de golpes entre ambos que fue interrumpido por la intervención de la policía.
«Me molesta que en el extranjero nos dicen de todo, pero en nuestro país no lo voy a permitir. Me tiró un par de manotazos y me tuve que defender», comentó el ex guardameta del Vélez Sarsfield, que reside en Buenos Aires y realiza frecuentes viajes de negocios a Asunción.
Chilavert explicó que Seijas se dedica a la intermediación, una actividad que él también desarrolla en el mundo del fútbol. «No soy ningún muerto de hambre, me siento orgulloso de ser paraguayo», aseveró Chilavert, quien explicó que el incidente fue comunicado a la Policía.
Seijas dijo a medios asuncenos que no le debe «ni medio dólar» al paraguayo y que el ex futbolista tendrá que «buscar una justificación al episodio lamentable que ha hecho en el aeropuerto».
«En Buenos Aires me saluda y me habla de jugadores que ni siquiera conozco», indicó Seijas, quien comentó que en el pasado tuvo tratos con Chilavert. En 2006 estuvieron vinculados con el traspaso del lateral paraguayo Emilio Mártinez del Santos Laguna mexicano a los Tigres del mismo país.
Precisó que entonces libró un cheque de 25.000 dólares a favor del ex guardameta en concepto de comisión por haberle «presentado al jugador». «Le contaron mal la película, piensa que se le debe algo», apuntó Seijas, quien calificó el incidente como «un hecho penoso, fuera de lugar de un ídolo como Chilavert».
