La lió parda, aunque menos mal que dio el cante y se evitaron problemas mayores, como que pitara dos veces en cada falta haciendo honor a su doble visión. Y es que estaba como una cuba.
El árbitro beodo saltó al campo en la República Checa, en un partido entre los equipos de fútbol Příbram y Slavia Praha.
Aunque realizó esfuerzos por mantenerse en pie, tuvo que ser acompañado fuera del campo por los agentes de seguridad, aunque no estuvo muy de acuerdo con la jugada…