Los motores están sonando en la F1 ante el regreso de uno de los apellidos más famosos de su historia. Todo indica que cada vez falta menos para ver Mick Schumacher en la Fórmula 1. El hijo del legendario piloto alemán, quien ya ganó con autoridad la Fórmula 3, ha realizado algunas pruebas en la Ferrari Drivers Academy en Bahréin. En este contexto, Willi Weber, ex manager de Michael, reveló que la leyenda siempre estuvo ansioso por ver a su hijo en la máxima categoría del automovilismo. (El apellido Schumacher regresa a la Fórmula 1: El hijo de Michael probó un Ferrari en Bahréin)
«Fui unas pocas veces cuando Michael Schumacher fue con Mick a la pista de karts donde dio sus primeros pasos en el deporte del motor. Tuve la impresión de que Michael estaba ansioso por llevarlo a la Fórmula 1 y gestionar como solía manejarlo él. Ese habría sido el resultado final de toda la historia. Eso le habría encantado. Michael lo sabe todo. Sabe con qué equipos hablar, sabe cómo funciona todo. Porque él mismo pasó por todas las experiencias. Esa era su ambición«, confesó Weber en una entrevista en Motorsportotal. (El hijo de Michael Schumacher ya tiene fecha para su debut con Ferrari)
Si bien Mick, de 20 años, compite actualmente en la Fórmula 2 con PREMA Racing, los entrenamientos con el equipo con el que su padre estuvo cinco de sus siete títulos de F1 han generado gran expectativa por verlo competir con el ‘Cavallino Rampante’.
Willi Weber, de todas formas, cree que Mick no lo tendrá fácil en el automovilismo porque su apellido puede transformarse en una mochila: «Con este padre, Mick tiene una pesada carga sobre sus espaldas. Como se llama Schumacher, debe obtener los mismos resultados que su padre. Si Michael aún estuviera a su lado, tendría un simbolismo completamente diferente. Pero ahora Mick esencialmente representa a su padre ante los ojos de la gente. Ese es el problema. Porque todos los que lo miran dicen: resultados».
Lo que además reveló el ex manager de Schumacher es que ya no tiene contacto con la familia e hizo responsable de esto a Sabine Kehm, quien ocupó su lugar a partir de 2009.
«La señora Kehm ha destruido completamente nuestra relación a través de la prensa. La familia Schumacher ya no se ha acercado ni me ha escuchado más. La gente me habla sin importar dónde esté. ‘Tú eres Willi Weber, ¿cómo está Schumacher?’, me dicen. Ahí es cuando todo comienza de nuevo dentro de mí. Desearía que Michael estuviera de pie y poder abrazarlo. Ese es mi mayor deseo», lamentó.