El fútbol volvió hoy a colarse entre los debates de la XXXIX Cumbre de Mercosur de boca del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se arriesgó nada menos que a pronosticar el triunfo de Brasil en el Mundial de 2014 que se celebrará, precisamente, en su país.
«Lamentablemente ni Dunga ni Maradona tuvieron suerte (en el Mundial de Suráfrica) y los dos ya se fueron», bromeó el mandatario brasileño en alusión a la suerte que han corrido los seleccionadores de Brasil y Argentina tras sus sonadas derrotas en la cita africana.
«Espero que Argentina no haya pensado en ganar la Copa de 2014», continuó Lula, porque «voy avisando a los jugadores argentinos, que yo voy a estar con 68 años y no es posible que ocurra con nosotros lo que ocurrió en el 50», agregó en referencia a la derrota brasileña frente a Uruguay en el Mundial de 1950 que se celebró en Brasil.
«Como creo en Dios, tengo la convicción que Dios hizo el fracaso (brasileño) en Sudáfrica para salir campeones en el 2014», concluyó Lula.
En el Mundial de Sudáfrica, Brasil fue eliminado en cuartos de final frente a Holanda mientras que Argentina cayó, también en cuartos, frente a Alemania por un contundente 4-0.
También el lunes, durante la reunión previa a la cita de presidentes del Mercosur, los cancilleres del bloque suramericano se relajaron por unos minutos hablando de fútbol.
En medio de los debates sobre comercio y otras arduas negociaciones, el canciller argentino, Héctor Timerman, pidió un aplauso para la selección uruguaya por su actuación Sudáfrica.
«Un aplauso para Uruguay», sorprendió Timerman, «y para (Diego) Forlán», considerado por la FIFA el mejor jugador del Mundial, agregó el canciller de Brasil, Celso Amorim, mientras se dibujaba una sonrisa en el rostro de su par uruguayo, Luis Almagro.