La nacionalización del gas boliviano por el presidente Evo Morales tuvo un impacto «negativo» en la integración energética del Cono Sur y llevó a Chile, Brasil y Argentina a buscar el combustible fuera de la región, afirmó hoy el experto venezolano Enrique Sira.
«La integración energética en el Cono Sur no ha sido exitosa y es una de las razones por las cuales hoy en día todo el mundo construyó terminales de regasificación de GNL (gas natural licuado) para garantizar el suministro», declaró el experto a Efe.
Sira, director de la consultora internacional Latin America Energy, asiste al Tercer Congreso «Bolivia gas y energía 2010» en la ciudad oriental de Santa Cruz, donde están reunidos ejecutivos de petroleras de varios países y autoridades bolivianas.
El experto, residente en México, presentó al foro un panorama del futuro del GNL, que se comercializa en buques desde ultramar, y su impacto en los mercados de la región.
Señaló que la nacionalización del petróleo y el gas decretada por Morales en 2006 «tuvo mucho que ver» en el hecho de que los vecinos buscaran opciones en otros mercados por medio del GNL, lo que tuvo consecuencias negativas en la integración del Cono Sur.
«La nacionalización no ofrece un mecanismo que compense los capitales de riesgo, la inversión en exploración y el desarrollo de ciertos yacimientos», dijo Sira, y sugirió cambios en la regulación petrolera en Bolivia para mejorar esa situación.
Dijo que en Brasil, tras la nacionalización boliviana, provocó «desconfianza» el suministro de Bolivia y construyó su infraestructura para regasificación, mientras Chile busca opciones en otros proveedores, ya que Argentina le dejó de exportar su gas.
«De manera indirecta, lo que pasó en Bolivia tuvo un impacto digamos negativo», afirmó Sira, y señaló que lo sucedido cuestionó la capacidad de este país de aumentar las reservas de gas del país y de cumplir los contratos con Argentina y Brasil.
En cambio, el ministro boliviano de Hidrocarburos, Fernando Vincenti, ratificó hoy que el objetivo de Morales es convertir al país en «centro de abastecimiento energético insoslayable» del Cono Sur, pues ya exporta a Brasil y Argentina y pretende hacerlo también a Paraguay y Uruguay.
De su parte, el presidente del Instituto Argentino de Petróleo y Gas, Ernesto López, que dictó la conferencia «Realidad y perspectivas de los mercados del gas», dijo a Efe que todos los países del Cono Sur tienen responsabilidad por las fallas en la integración energética.
Agregó que, a diferencia de Europa, las naciones del Cono Sur nunca acordaron una planificación conjunta para buscar la integración y asegurar el suministro.
«La terminal de GNL en Chile nunca debió haber existido, porque debió haberse nutrido con gas argentino y boliviano, y la terminal de Argentina tampoco, (porque) ya deberían haberse desarrollado los campos bolivianos», apuntó el ejecutivo argentino.
Lopez cree, sin embargo, que Bolivia está entrando «en un buen camino, el del diálogo» con las petroleras, para tomar «las mejores decisiones».