El director de Comunicaciones de Movistar Venezuela, Douglas Ochoa, informó este jueves de que la filial de la multinacional española ha recibido notificaciones de algunos de los proveedores de ‘roaming’ internacional advirtiendo de que en un plazo de 30 o 45 días suspenderán el servicio por falta de pago.
«Hay operadores que ya dejaron de brindarnos el servicio de ‘roaming’ internacional, y estamos a la espera de que otros lo hagan. En los próximos días, o semanas, informaremos de cuáles se trata para que nuestros clientes lo tengan en cuenta», dijo Ochoa.
A principios de agosto, el presidente de Movistar Venezuela, Juan Antonio Abellán, anunció que la compañía debía seis meses de pagos a los proveedores de dicho servicio por la imposibilidad de acceder al sistema de transacciones con títulos en moneda extranjera y, por tanto, de obtener divisas con las que operar.
«Toda la situación que tenemos en Venezuela se la hemos explicado a los proveedores, y realmente han sido muy comprensivos, pero dicen que no pueden aceptar que le paguemos en bolívares porque no es una moneda que puedan canjear con facilidad», indicó Ochoa.
Así, el directivo señaló que las últimas divisas recibidas proceden de la Comisión de Administración estatal (Cadivi) y corresponden a solicitudes hechas en 2007, ya que en la reciente emisión de bonos la compañía no compró ni un dólar, a pesar de que otras entidades pudieron adquirir moneda extranjera en esta operación. «Con las divisas estamos haciendo milagros», agregó.
Sin embargo, el director de Comunicaciones de Movistar Venezuela adelantó que la empresa ya ha iniciado conversaciones con los países en los que está presente para que sus clientes puedan seguir disfrutando del ‘roaming’ a través de sus propias plataformas, informó el diario local ‘El Nacional’.
Desde el año 2003 rige en Venezuela un estricto control cambiario que supedita la adquisición de cualquier divisa –tanto para las empresas como para los particulares– a la autorización de Cadivi que sólo entrega dólares o euros para casos específicos y por un cupo limitado al año.
Esta situación conlleva serios problemas a las empresas extranjeras que se han no pueden expatriar sus capitales para pagarle a sus proveedores. Algunas han logrado hacerlo mediante las ofertas de bonos que lanza eventualmente el Estado venezolano.