El Banco Mundial (BM) descartó hoy que la abundancia de materias primas sea adversa para el desarrollo económico de América Latina y afirmó que la exportación de estos productos a China está contribuyendo a la recuperación regional.
«El peso de las evidencias econométricas y de los estudios de casos de registros históricos indica que la ‘maldición de las materias primas’ -es decir que la abundancia de recursos naturales trunca el crecimiento a largo plazo- si existe no es fuerte ni inevitable», reza un estudio del organismo multilateral presentado hoy en Sao Paulo.
Según el documento, la creciente demanda de los mercados asiáticos, especialmente de China, «está contribuyendo a una recuperación del crecimiento económico en la medida en que la región sale de la crisis global».
El estudio, titulado «Recursos naturales en América Latina y el Caribe: Más allá de altas y bajas», añade que el destino de las exportaciones de materias primas se ha desplazado de los países desarrollados a las economías emergentes.
Entre 1990 y 2008, EE.UU. ha pasado de ser destino del 44% de las ventas al exterior de materias primas latinoamericanas a recibir un 37% de las exportaciones.
En ese mismo periodo, las ventas a China han aumentado más de diez veces, hasta representar el 10% del total.
«La rapidez de la recuperación de América Latina y su resistencia a la crisis económica global puede ser atribuida en parte al aumento de las exportaciones de materias primas de la región para las economías emergentes de Asia», según el economista jefe para América Latina y el Caribe del BM, Augusto de la Torre.
Sin embargo, el documento también alerta de que una gestión deficiente de esos recursos conlleva riesgos y demanda la aplicación de acciones concretas, especialmente en política fiscal, para contrarrestar los ciclos de precios.
El informe recomienda ajustar el gasto público a la volatilidad de los ingresos generados por las materias primas a corto plazo y diversificar la base tributaria, además de administrar de la mejor forma posible la riqueza.
«El desafío a largo plazo es administrar bien esa bonanza y destinar esos beneficios en invertir en capital humano, construir una infraestructura mejor y promover la innovación, elementos fundamentales del crecimiento sostenido», agregó De la Torre.
El informe recomienda una estabilización planeada de los beneficios y la creación de fondos de ahorro a largo plazo como medidas que contribuyan a lidiar con la inestabilidad cíclica de los ingresos que generan las materias primas.
En la actualidad, más del 97% del PIB de la región procede de países exportadores netos de materias primas y el 93% de su población vive en naciones que están recogiendo las ganancias de los altos precios de estos recursos naturales.
«Si la región fuera capaz de mantenerse apartada de los ciclos de altas y bajas comunes en el pasado, los recursos naturales pueden ser una bendición», según el documento.
De acuerdo con el informe, tampoco hay signos de «maldición política», es decir que las riquezas naturales debilitan las instituciones democráticas y aumentan el riesgo de conflictos políticos en América Latina.