Alrededor de 98.000 personas continúan viviendo en centros de evacuación y alojamientos temporales tres meses después del terremoto y posterior tsunami que azotó la costa oriental de Japón y que provocó accidentes nucleares en la central de Fukushima.
Así lo afirmó este viernes la Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), en la víspera de los tres meses del desastre japonés.
La Cruz Roja Japonesa (CRJ) ha puesto en marcha una ayuda de 30.000 millones de yenes (unos 253 millones de euros) para lograr la recuperación a largo plazo de las necesidades de las 98.000 personas que aún no tienen hogar.
El personal y los voluntarios de la CRJ trabajan para instalar lavadoras, tanques de agua para lavarse las manos y televisores para estas personas, así como en encontrar soluciones para conseguir con urgencia un alojamiento más adecuado para las personas que han perdido sus casas.
Además, esta organización humanitaria apoya a las familias afectadas con kits de aparatos electrodomésticos como una lavadora, una olla arrocera, una nevera, un microondas y un televisor.
Otra de las prioridades es trabajar en el área de salud, sobre todo en hospitales, clínicas y hogares de acogida, así como la compra de 500 vehículos para que personas cuidadoras atiendan a otras vulnerables y aisladas.
Abordar la salud mental entre los supervivientes, sobre todo trastormos como el estrés postraumático, la depresión y la ansiedad, es una de las principales preocupaciones de la CRJ, que está aumentando el número de cuidadores y equipos de apoyo psicosocial de trabajo en centros de evacuación y hogares de ancianos.
Desde el pasado 11 de marzo, más de 47.000 personas de la Cruz Roja Japonesa han estado directamente involucradas en la respuesta humanitaria al tsunami, las cuales han proporcionado atención médica de emergencia, socorro y apoyo a la pronta recuperación a más de 67.000 afectados.