Oxfam (Intermón Oxfam en España) reclamó este martes a los ministros de Agricultura del G-20, que se reunirán el miércoles en París (Francia), que actúen para frenar la volatilidad en el precio de los alimentos.
La organización propone retirar las políticas de biocombustibles más perjudiciales y exige más transparencia en las provisiones de alimentos como medidas urgentes necesarias para hacer frente a los altos precios de los alimentos en el mundo.
Además, Oxfam pide a los ministros de Agricultura del G-20 que reconsideren las reservas de alimentos, de manera que los países puedan gestionar mejor los picos de precios, que en la última crisis se saldó con 150 millones más de personas hambrientas.
Oxfam afirma que un reciente informe encargado por el G-20 a expertos sobre la volatilidad de los precios ha puesto en evidencia que los biocombustibles son parte del problema.
«El G-20 debe eliminar lo antes posible los subsidios y mandatos sobre biocombustibles que están incrementando la volatilidad de los precios y están fracasando en la lucha contra el cambio climático. El G-20 debe asegurar planes de contingencia inmediatos que permitan revisar sus metas de biocombustibles cuando las provisiones de alimentos escaseen», explicó.
Asimismo, Oxfam sostiene que el G-20 debe exigir a los grandes comercializadores e inversores que compartan con los gobiernos la información adecuada y a tiempo sobre las reservas de alimentos para mejorar la transparencia de los mercados.
RESERVAS DE CEREAL
Esta petición viene junto a la alerta de que las reservas de grano en el mundo están descendiendo «de manera alarmante». «Cuando las reservas de cereal en el mundo caen por debajo del 15-20% del consumo mundial, los precios suben y el mercado entra en crisis», apostilló.
«Las instituciones internacionales han advertido a los líderes del G-20 de que de nuevo hay un alto riesgo de volatilidad del precio de los alimentos. Sin embargo, esas mismas instituciones han rechazado de plano las reservas de alimentos como una de las formas para estabilizar los precios. Las reservas alimentarias fueron desmanteladas en gran parte en la década de los 90 y desde entonces se han ignorado por considerarlas muy costosas e inefectivas», aseguró Lourdes Benavides, portavoz de Intermón Oxfam.
Benavides señaló que «la visión dominante, según la cual las reservas de alimentos no sirven, es ingenua y corta de vista. Hay formas nuevas y efectivas para que los países puedan mantener suficientes reservas de alimentos como parte de un paquete de políticas que podrían ser útiles para limitar el alza de los precios. Ya hemos visto el gran coste humano que supone que los países no tengan suficientes reservas de alimentos».