Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo organizado que robaba de madrugada en establecimientos comerciales de la Comunidad Valenciana. En concreto se han detenido a 11 personas a las que se le imputan hasta el momento 12 robos.
Según ha informado el Ministerio del Interior, los detenidos accedían a los negocios mediante butrones o bien fracturando los escaparates o las puertas de acceso, y almacenaban los efectos robados para venderlos posteriormente en el mercado ilícito o enviarlos a Rumanía.
Se han practicado 10 registros en los que se ha intervenido 4.100 euros en efectivo, numerosas piezas de joyería, prendas de ropa, perfumes, relojes, gafas de sol, ordenadores portátiles y otros efectos, todos ellos sustraídos, así como diversas herramientas utilizadas para llevar a cabo los robos y una máquina tragaperras procedente de uno de sus golpes. También se ha decomisado una pistola simulada, una catana y un machete, Parte de los efectos recuperados ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios.
La estructura de la organización se dividía en células de tres o cuatro miembros para la comisión de hechos delictivos concretos. Durante la comisión del robo, parte del grupo vigilaba las zonas próximas al lugar para detectar la presencia policial y alertar vía telefónica a los miembros del grupo que se encontraban dentro del establecimiento. Además, intercambiaban sus miembros de una célula a otra con objeto de dificultar su identificación.
Los detenidos seguían siempre la misma forma de actuar. Ejecutaban los asaltos de madrugada y, previamente, realizaban prospecciones de la zona seleccionando el establecimiento que mejor se adaptara a sus pretensiones, teniendo en cuenta el beneficio económico y las facilidades de entrada en el comercio.
Además, adoptaban importantes medidas de seguridad para limitar la investigación policial, extremaban las precauciones en las comunicaciones que realizaban habitualmente a través de cambios de tarjeta telefónica, teléfonos públicos y locutorios. Asimismo, poseían más de 60 teléfonos móviles y 50 tarjetas SIM.
La organización buscaba productos que tuviesen una rápida salida en el mercado ilícito, como tabaco, bebidas alcohólicas, equipos electrónicos, joyas, perfumes y gafas de primeras marcas. Los efectos robados eran almacenados hasta su posterior venta en el mercado ilícito, o su envío a Rumanía a través de paquetería internacional.