Los Veintisiete han logrado un acuerdo por mayoría cualificada para defender una asignación de 129.088 millones de euros en créditos de pago para los presupuestos de 2012 –lo que supone un aumento del 2,02% respecto al ejercicio de este año–, en las negociaciones que deben entablar con la Eurocámara para decidir la partida del próximo año, según han informado fuentes diplomáticas.
También abogan por presupuestar 146.245 millones de euros en créditos de compromiso, esto es, un incremento del 2,9% respecto a 2011.
La decisión se logró el jueves en una reunión en Bruselas a nivel de embajadores, pese a la oposición de Reino Unido, Países Bajos, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia, y con el apoyo logrado «en el último momento» de Alemania y Francia.
El acuerdo requiere aún el visto bueno formal del Consejo en alguna de las próximas reuniones y después servirá como base para negociar con el Parlamento Europeo.
El debate de los Estados miembros se dividió entre los países contribuyentes netos que defienden la congelación neta de los presupuestos, que equivaldría al objetivo de inflación del 2%, dado el contexto de crisis, y aquellos de cohesión, como España, partidarios de asegurar una asignación suficiente para el gasto agrícola, han explicado las fuentes.
Las cifras pactadas suponen un acuerdo «razonable» en opinión de España, para quien no plantea «problemas especiales» y que valora que el recorte de las ayudas a los productores agrícolas y al vino sean menores de lo inicial y los fondos asignados a la gestión de fronteras exteriores.
La Comisión Europeo presentó en abril su propuesta para el ejercicio de 2012 y planteó asignar 132.700 millones de euros en créditos de pago –esto es el efectivo real de tesorería o transferencias bancarias a beneficiarios–, lo que equivale a un aumento del 4,9% o 6.192 millones más. Los créditos de compromiso ascienden a 147.400 millones (3,7 %).
Tras el pronunciamiento de los Veintisiete, se espera que la Eurocámara aborde la propuesta en octubre, con el objetivo de que las negociaciones permitan la aprobación del presupuesto en el Parlamento Europeo en el mes de diciembre.
Países como Francia, Alemania y Reino Unido han coincidido en los últimos meses en pedir a la Unión Europea contención en el gasto y un presupuesto acorde con la austeridad de los Estados miembros, una posición que choca con la propuesta de Bruselas para 2012.
