Las Naciones Unidas anunciaron hoy la movilización de los recursos de su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en cooperación con las autoridades nacionales e internacionales, para hacer frente al impacto del huracán «Irene» a su paso por la región del Caribe.
Buena parte de los esfuerzos se centran en Haití, el país más pobre de la región, donde la OCHA y la misión de la ONU (MINUSTAH) han activado una operación conjunta y han establecido centros de respuesta, informó en rueda de prensa en Ginebra la portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios, Elisabeth Byrs.
La portavoz explicó que se movilizan recursos adicionales en Haití ante la eventualidad de que los pronósticos meteorológicos se cumplan y las lluvias se conviertan en fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra en la parte norte del país.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU ha enviado un convoy adicional de camiones cargados con galletas energéticas a zonas remotas del norte haitiano, «con el objetivo de asistir a la población con rapidez si es necesario», explicó Byrs.
Antes del inicio de la temporada de ciclones en el Atlántico, ya se habían enviado provisiones de alimentos a 35 regiones del país, con el potencial de alimentar a 500.000 personas durante 26 días.
La portavoz de la OCHA agregó que en la ciudad norteña de Gonaives, todas las fuerzas de la MINUSTAH disponibles, especialmente la policía, los batallones de ingenieros y las tropas militares están en alerta para intervenir si es necesario.
Además, el Servicio Aéreo Humanitario de la ONU (UNHAS) puede ser activado en cualquier momento, de manera que los trabajadores humanitarios dispondrían de un helicóptero y de un avión para facilitar la ayuda en un plazo de entre 48 y 72 horas.
Existen asimismo 102.798 tiendas de campaña almacenadas en el país, con un suministro adicional disponible en Panamá, y en Puerto Príncipe, la capital, están preparados 360 centros de evacuación que darían refugio a 50.000 personas durante 48 horas.
Byrs indicó que la situación es difícil también en Puerto Rico, donde unas 800.000 personas quedaron sin suministro eléctrico y otras 100.000 sin suministro de agua «durante algunas horas».
En Puerto Rico, hay más de 700 personas que han tenido que evacuar sus casas y han caído numerosos árboles y líneas eléctricas.
En la República Dominicana, según la ONU, las fuertes lluvias azotan sobre todo las provincias del norte, donde las autoridades siguen con preocupación el aumento de la capacidad de los embalses, lo que ha motivado las evacuaciones de poblaciones cercanas.
Mientras tanto, en la isla de Turcos y Caicos y en las Bahamas se espera un impacto de categoría 2 y 3 del «Irene» en la tarde de hoy y durante el miércoles, respectivamente, para lo cual se han abierto también centros de refugio para la población.