El ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, ha indicado que el avión de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) siniestrado el sábado en el archipiélago Juan Fernández podría haberse desintegrado al intentar aterrizar, por lo que será difícil recuperar los cuerpos de las 21 personas que viajaban a bordo.
«Los indicios que tenemos fortalecen la hipótesis de una eventual desintegración del avión producto del fuerte impacto sufrido al intentar aterrizar», ha explicado Allamand, en declaraciones recogidas por el diario ‘La Tercera’.
Así, ha advertido de que podría ser difícil recuperar los restos mortales de todos los pasajeros, aunque ha aseverado que los servicios de rescate continuarán intentándolo. «No vamos a bajar los brazos, seguiremos desplegando todas nuestras capacidades», ha prometido.
Una vez descartada la posibilidad de encontrar supervivientes, el ministro ha explicado que las tareas se centrarán en la localización de los restos del fuselaje del avión, donde podrían estar la mayoría de los cadáveres.
Los equipos de rescate han acotado dos áreas de búsqueda marítima, adonde han sido enviadas dos fragatas y un helicóptero de reconocimiento. Mientras, por tierra varios botes han recorrido Bahía Carvajal tras la pista de los restos del avión.
«Se realizarán hasta tres rastreos. Si encontramos una señal positiva, entrarán los buzos tácticos para llegar a profundidades que van desde los 20 a los 70 metros», ha indicado el ministro, al tiempo que ha advertido de que «son operaciones de alto riesgo».
Hasta el momento, se han podido recuperar nueve cadáveres, los cuales ya han sido trasladados a dependencias del Servicio Médico Legal para iniciar los trabajos de identificación, que podrían llevar un tiempo. «Estamos hablando de pericias bastante complejas», ha apuntado, por su parte, el general de la FACH Maximiliano Larraechea.