El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue investido hoy doctor «honoris causa» por el prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París, conocido como Sciences Po, por su «contribución al desarrollo económico y social de su país».
Ante un auditorio abarrotado de estudiantes y personalidades, entre ellas el ex primer ministro portugués José Sócrates, Lula hizo un repaso del legado político que dejó tras ocho años de mandato, aunque precisó que todavía «hay mucho que hacer».
El expresidente (2003-2011), primer latinoamericano distinguido con ese título por Sciences Po, recordó que su Gobierno logró sacar de la pobreza extrema a 28 millones de personas, creó 16 millones de empleos e hizo que los pobres «pasasen a ser tratados como ciudadanos» por primera vez.
Lula también insistió en la importancia de la educación, que debe «dejar de considerarse como un gasto» y ser vista como una inversión.
En ese sentido, destacó que el presupuesto del Ministerio de Educación se triplicó durante su mandato y que su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff, prevé que llegue al 7 por ciento del PIB, frente al 5 por ciento actual.
Lula, nacido en 1945 en una familia humilde y llegado a la presidencia sin estudios universitarios, subrayó que su Gobierno fue «el que más trabajó para dar a los más desfavorecidos las oportunidades» que él no tuvo.
El ex mandatario aprovechó también su intervención para poner en solfa a las instituciones financieras de Estados Unidos y Europa, que «se escondieron» cuando comenzó la crisis económica de 2008, tras años aconsejando a los demás países sobre sus políticas económicas.
«Cuando el dolor de dientes es del vecino la gente tiene todos los remedios, pero cuando son propios ya no los tiene», ironizó Lula, quien achacó el problema actual a una falta de soluciones «políticas y no económicas».
El ex líder del Partido de los Trabajadores aseguró que la actual generación de dirigentes mundiales «pasó mucho tiempo creyendo en el mercado, y esa gente ha dejado de discutir de política».
«Debatan sobre política, porque ahí está la salida de la crisis», conminó el expresidente, que cerró su discurso con un llamamiento a la juventud para que participe en la vida política de sus países.
Lula es el segundo expresidente que recibe el título de doctor «honoris causa» de Sciences Po después de que lo hiciera hace dos años el checo Vaclav Havel.