El Ejército mexicano liberó el domingo 16 de octubre de 2011 a 61 hombres secuestrados por los carteles del narcotráfico en la localidad de Piedras Negras, cerca de la frontera con Texas (EE UU), en el Estado de Coahuila, al norte del país. Los hombres eran obligados a trabajar para el crimen organizado.
Los soldados entraron en una casa de Piedras Negras y encontraron a 64 hombres. Tres de ellos son los secuestradores que actuaban de ‘carceleros’.
Según un comunicado de la Secretaría (ministerio) de Defensa Nacional, uno de los liberados es de nacionalidad hondureña y al parecer todos habían sido raptados en distintos Estados de México.
Al efectuar reconocimientos terrestres en la colonia Laguito Mexicano, de ese mismo municipio, el personal militar localizó abandonado un camión tipo torton, con 470 paquetes de marihuana, con un peso total de 6 toneladas 240 kilogramos.
En la colonia El Mirador fueron localizados tres vehículos de lujo abandonados, que en su interior se encontraban cargadores y cartuchos de distintos calibres.
Como ya lo había señalado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en un informe, los secuestros masivos son normalmente en contra de indocumentados a su paso por México, para luego pedir rescates a sus familiares o entrenarlos como sicarios.
En caso de resistirse a trabajar para ellos, son asesinados, tal como ocurrió en agosto del año pasado en San Fernando, Tamaulipas, lugar en el que fueron localizados 72 indocumentados sin vida.
De acuerdo con el informe que presentó el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, tan solo en seis meses se registraron 214 casos de secuestros masivos de migrantes.